Se camuflan entre el fondo marino por su color anaranjado. De origen tropical, es la única especie que se coloca con los tentáculos hacia arriba. La llaman 'la medusa invertida'.
Otras deslumbran con su infinidad de puntos blancos que iluminan todo a su paso. Muchos se quedan embelasados con solo mirarlas. "Son encantadoras, tienen una belleza especial", asegura una visitante. "Lo que no sabía es que había distintas formas de medusas".
Parecen hechas con hilo. Frágiles aparentemente pero peligrosas si nos cruzamos con ellas en el mar. Las corrientes marinas suelen arrastrarlas hasta la playa.
Por arriba son acampanadas y debajo esconden los tentáculos que sueltan veneno. En el Aquarium de Barcelona podemos conocerlas y entender por qué solo aparecen en verano: al final de otoño, cuando el agua se empieza a enfriar, las medusas se reproducen. En primavera salen pequeñas medusas que van creciendo y en verano tenemos el gran boom de medusas.
Como tras un cristal no hay peligro, muchos aprovechan para fotografiarlas, incluso los más pequeños. Pero no se dejen engañar por su belleza, una picada de estos molestos invertebrados puede arruinar un bonito día de playa.