La escena ha sido grabada en el interior de una oficina del Banco Popular. En el vídeo se escucha a una mujer indignada, que invirtió un millón de euros en acciones del banco, y que ahora no valen nada. Acudió a la sucursal a pedir explicaciones y lo grabó todo.
Asegura que la entidad le aconsejó colocar un millón de euros, que le dejó su marido, en la ampliación de capital, y que lo hizo porque le dijeron que no tenía riesgo.
La quiebra del Popular ha provocado una oleada de visitas a las sucursales de clientes indignados que confiaron en los asesores del banco. En las últimas semanas el Popular había sufrido una fuga de depósitos de 18.000 millones de euros que le dejó sin capacidad para devolver los ahorros a los pequeños inversores.