SENTENCIA
LA MANADA
DETENCIÓN DE LOS MIEMBROS DE LA MANADA
La policía ha ido a buscarles a sus casas. No han opuesto resistencia, pero sí han intentado -sin éxito- que nuestras cámaras no recogieran este momento.
La noche del 7 de julio de 2016 Emergencias 112 en Pamplona recibió una llamada. Una pareja acababa de encontrar a una joven de 18 años desorientada en la calle. Los jóvenes preguntaron a la chica qué le ocurría ante su evidente malestar y ésta les confesó la agresión que acababa de sufrir. Una patrulla de la policía local llegó minutos después.
La joven conoció a los miembros de La Manada el 7 de julio. Una cámara de seguridad grabó el momento en el que se les ve juntos y también cuando abandonan el lugar. Accedieron a un portal donde estuvieron unos 15 minutos. Sobre lo que sucedió dentro hay dos versiones, la de la joven presuntamente violada, y la de los cinco hombres de La Manada.
El principal acusado
En su declaración, que duró algo más de una hora, respondió sin rodeos y sostuvo en todo momento que las relaciones sexuales fueron consentidas. Prenda mantuvo también que la joven madrileña inició las conversaciones sobre tema sexual, que les aseguró que podía con los cinco y que dio comienzo a los actos sexuales.
La víctima
Relató al tribunal , durante el juicio, que se bloqueó y se dejó hacer, pero que ella no dio pie a nada. Recuerda que sintió miedo cuando el sujetaron de la mandíbula y la cabeza, aseguró que en ese momento estaba totalmente en shock, que no sabía qué hacer, que quería que todo pasara rápido.
Las grabaciones de vídeo del móvil
El informe pericial de los vídeos concluía que los acusados por la supuesta violación de San Fermín “controlaron” movimientos de la chica sujetándola por el pelo, cuello y caderas. Los magistrados de la Audiencia de Navarra analizaron durante cinco horas los fotogramas de esta grabación.
Los mensajes de WhatsApp
Uno de los cinco detenidos por la presunta violación envió mensajes de WhatsApp al grupo de sus amigos para contarles lo que habían hecho en el portal de una vivienda de Pamplona. El grupo se llamaba 'Manada', donde enviaron vídeos de lo que había sucedido esa noche y escribieron: "Follándonos a una entre los 5".
Fueron once sesiones maratonianas. Los acusados se declararon inocentes el primer día, y uno de ellos confesó haber sido quien robó el móvil de la víctima. Las sesiones se produjeron a puerta cerrada. Como prueba documental consta además en el sumario un informe encargado a unos detectives privados por el abogado del militar imputado que recoge un seguimiento hecho a la chica en las redes sociales.
La Audiencia de Navarra condenó a los miembros de 'La Manada' a nueve años de cárcel por abuso sexual y no por agresión sexual, delitos que se diferencian por el uso de la violencia y la intimidación. De este modo, entendió que los abusos se produjeron sin consentimiento pero sin que se dieran esas circunstancias. Además los condenados tuvieron que indemnizar a la víctima con 50.000 euros y se les impuso una prohibición de comunicación con la víctima por 15 años.
El caso de Pozoblanco estalló cuando el juez que investigaba el caso de 'La Manada' encontró en uno de los teléfonos de los imputados dos vídeos en los que se ve a cuatro de ellos abusando sexualmente de otra chica dos meses antes, en Córdoba. La chica estaba inconsciente y el juez apunta que pudieron drogarla con burundanga.
Según el juez, todo comenzó tras ofrecerse a llevarla a casa en su coche. "Nada más entrar, y tras sentarse en el asiento del copiloto cayó en un estado de profunda inconsciencia" afirmaba el auto. Todos ellos "le tocaban los pechos y A.J.C.E la besaba en la boca, riéndose entre ellos de la víctima", afirmaba el auto.
