Doce personas han muerto, entre ellas dos policías, en el ataque contra la sede del semanario satírico francés Charlie Hebdo, en París, perpetrado por dos individuos armados con kalashnikov.
El periodista, dibujante y director de Charlie Hebdo, Charb, y otros tres de los principales dibujantes del semanario, Cabu, Tignous y Wolinski, figuran entre los muertos del ataque, confirmaron fuentes de la revista en la emisora "France Info".
El tiroteo causó también más de veinte heridos, cuatro de ellos graves, según el fiscal de París, François Moulins. "Ha sido una carnicería", dijo el presidente de la región de Ile de France, en la que se halla París, Jean-Paul Huchon.
Poco antes, el presidente francés, François Hollande, dijo, en el lugar de los hechos, que "no hay duda" de que se trata de "un atentado terrorista".
Un acto de barbarie
Es "un acto de barbarie contra un periódico, es decir contra la expresión de la libertad, un acto de barbarie contra periodistas que habían mostrado que podían actuar en Francia con la libertad que la República protege", afirmó Hollande.
Recordó que "Charlie Hebdo" había recibido amenazas en varias ocasiones, después de publicar caricaturas de Mahoma, y que por eso estaba protegido.
Con este ataque, añadió, "tenemos que mostrar que somos un país unido" y "reaccionar con firmeza, pero también mostrar unidad nacional". El presidente señaló que a los autores "se les buscará tanto tiempo como sea necesario, se les llevará ante los jueces y serán condenados".
Hollande reconoció que "sabíamos que estábamos amenazados, como otros países del mundo", y que "se han desbaratado varios atentados terroristas en las últimas semanas" Vinculó esas amenazas a que "somos un país de libertad" y puso el acento en que "nadie puede pensar que puede actuar en Francia contra los valores de la República".
El Plan Vigipirate para prevenir ataques terroristas se ha elevado a su máximo nivel, el de "alerta de atentados".
El ataque suscitó la condena enérgica de la comunidad internacional, que calificó el atentado de "vil" e "intolerable". El semanario satírico Charlie Hebdo había sido amenazado por integristas por reproducir caricaturas de Mahoma publicadas originalmente por el periódico danés "Jyllands-Posten" en el 2005.
Uno de los últimos ataques contra la revista tuvo lugar en 2013 cuando piratas informáticos saturaron su página web, probablemente a causa de la publicación de un suplemento especial con una biografía en cómic sobre Mahoma.
En septiembre de 2012, el semanario fue duramente criticado por publicar unas caricaturas de Mahoma, poco después de haberse producido diversos ataques a embajadas y consulados occidentales en países musulmanes por la difusión de un vídeo crítico con el islam.
La publicación del semanario se agotó en los kioscos el miércoles 19 de septiembre de 2012, día de su salida, por lo que fue reeditada dos días más tarde. Estos hechos tuvieron lugar un año después de que la redacción del semanario satírico fuera incendiada tras haber publicado otras viñetas del profeta.
Anteriormente, en 2006, tuvo problemas por reproducir las caricaturas de Mahoma. En una de esas viñetas, publicadas originalmente por el periódico danés "Jyllands-Posten" en septiembre de 2005, el profeta vestía un turbante-bomba con la mecha encendida.
Las imágenes provocaron la ira de los islamistas radicales en varios países, y el periódico recibió amenazas y llegó a ser denunciado por injurias con base religiosa.
La publicación, que entonces dirigía Philippe Val, fue absuelta en primera y segunda instancia, al considerarse que las caricaturas de Charlie Hebdo no atacaban al islam sino a los integristas.
El semanario fue creado en 1992
El semanario, con una línea osada e irreverente, fue creado en 1992 por el escritor y periodista Francois Cavanna, fallecido el 29 de enero de 2014 a los 90 años de edad, a quien sucedió su discípulo, el dibujante Charb, que continuó con la línea considerada blasfema por los musulmanes y libertaria por el consejo editorial.
El semanario, con una línea osada e irreverente, fue creado en 1992 por Francois Cavanna
Entre las portadas que suscitaron la ira del islamismo radical figura una en la que aparece el profeta Mahoma en una silla de ruedas conducida por un rabino en la que dice: "No hay que mosquearse", mientras que en la parte superior de la viñeta se lee: "Intocables".
Charlie Hebdo, que ha llegado a publicar caricaturas de Mahoma desnudo, había sufrido el ataque más grave hasta ahora a principios de noviembre de 2011 cuando su redacción fue incendiada por publicar una serie de caricaturas del profeta.
Cuando la revista regresó a los kioscos insistió en su línea satírica con una portada en la que un musulmán y el dibujante se fundían en un beso homosexual bajo el titular: "el amor es más fuerte que el odio".
Ya en el interior del periódico, cargado de críticas tanto al integrismo musulmán como cristiano, el director de la publicación, Charb, reivindicaba en el editorial el derecho de los dibujantes y periodistas de Charlie Hebdo a bromear sobre lo que les plazca.