Al menos dos explosiones se han registrado cerca de la línea de meta del maratón de Boston. Hay al menos tres muertos y un centenar de heridos; por lo menos seis estarían en estado crítico y algunos han sufrido amputaciones de miembros. El Ministerio de Asuntos Exteriores ha confirmado que no hay españoles entre las víctimas.
Una reportera del Herald, que estaba corriendo el maratón, ha explicado al diario que vio dos explosiones, separadas por muy pocos segundos. Los organizadores de la prueba han anunciado que 4.496 de los 23.326 corredores que comenzaron en la salida se detuvieron antes de llegar a cruzar la línea de meta.
El comisionado de la policía de Boston, Ed Davis, confirmó que al menos tres personas murieron a raíz de las dos explosiones ocurridas durante la maratón, que dejó más de 130 heridos.
Las escenas de dolor trajeron a la memoria de los ciudadanos los ataques perpetrados por Al Qaeda el 11 de septiembre de 2001, con aviones secuestrados, contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono de Washington. Durante una conferencia de prensa, Davis confirmó la muerte de las tres personas, aunque no ofreció más detalles. Previamente se había informado de que uno de los dos fallecidos es un niño de ocho años.
Diecisiete heridos se encuentran en estado crítico, por lo que la cifra de muertos podría aumentar en las próximas horas. En un mensaje a la nación, el presidente de EE.UU., Barack Obama, admitió que las autoridades todavía no saben quiénes son los responsables de las explosiones, pero aseguró: "los descubriremos y caerá sobre ellos el peso de la ley".
Nueva York refuerza su seguridad
La Policía de Nueva York ha anunciado que ha aumentado la vigilancia en algunos puntos claves de la ciudad, incluyendo hoteles. "Estamos aumentando la seguridad en los hoteles y otros puntos importantes de la ciudad mediante el despliegue de vehículos de respuesta especial hasta que se sepa más" de las explosiones de Boston, informó el comisionado adjunto de la Policía neoyorquina, Paul Browne, en un comunicado. Sin embargo, Browne no ha detallado el volumen de personal o medios desplegados ni algunos de los puntos en los que se desplegaron.
Se trata de un despliegue preparado de antemano tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, y se ha puesto en marcha ya con ocasión de los ataques de Londres de julio de 2005 o de los atentados de Bombay (India) de noviembre de 2008. En esas ocasiones, unidades especiales de la policía han sido enviadas a vigilar de forma preventiva puntos clave de la ciudad, como la Bolsa de Wall Street y sus alrededores; las principales estaciones de transporte público, hoteles o instituciones federales y municipales.