The Lemon Age
NO SON TODOS IGUALES
No son todos iguales: el rasgo del limón cultivado en Europa que marca la diferencia
El limón europeo cuenta con un sistema exigente de trazabilidad, que va del campo a la mesa, para garantizar que se trata de un alimento muy saludable, seguro y sostenible. Esto significa que todos los pasos quedan registrados desde que se comienza a trabajar en el limonar hasta que el producto fresco llega a las fruterías y los supermercados.
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No todos los limones son iguales, eso se puede evidenciar a través de un simple vistazo. Pero, aparte de la morfología y el tipo de variedad, este cítrico de color oro cuenta con otras variables propiciadas por los productores que le llevan a marcar la diferencia respecto a sus competidores.
Es el caso del limón cultivado en Europa, el cual se distingue del resto al formar parte del modelo de producción europeo, que cuenta con los estándares de calidad y seguridad alimentaria más elevados del mundo. Un sistema muy exigente de trazabilidad, que va del campo a la mesa, para garantizar que se trata de un alimento totalmente saludable, seguro y producido bajo el mínimo impacto ambiental. Pero, ¿por qué la trazabilidad es tan importante para marcar la diferencia?
En pocas palabras, la trazabilidad de un alimento no supone otra cosa que volver paso a paso a los orígenes de su producción y dar toda la información posible hasta que llega a las manos del consumidor. En el caso del limón europeo, el proceso queda registrado desde que se comienza a trabajar en el limonar -al principio de cada campaña- hasta que el producto fresco llega a las fruterías y los supermercados. Es decir, incluye todos los datos recabados en la cadena de valor.
Para ello, el sector del limón en Europa ha tenido que actualizarse antes e invertir en tecnologías punteras, puesto que la trazabilidad requiere digitalizar todo el procedimiento para administrar la cantidad de datos obtenidos y ofrecérselos de manera concisa y ordenada a los consumidores.
Esto le ha valido para hacerse con el distintivo GLOBAL G.A.P, que certifica que la producción es segura y sostenible. Y es que si hay una característica que identifica al limón de origen europeo es la sostenibilidad, un concepto transversal que en la actualidad está en boca de todo el mundo, principalmente entre aquellos consumidores más minuciosos y preocupados por el futuro del planeta, que lo han hecho suyo como una exigencia ante la que no cabe ninguna negociación.
Por ejemplo, España cuenta con su propio Manual de Materias Activas y Recomendaciones en Tratamientos para el Limón, incluso más restrictivo que la normativa europea, cuyo objetivo es informar a todo el sector de la coyuntura legal y ajustar la oferta a los requerimientos de los mercados internacionales; y recomendar los tratamientos de lucha más eficaces y que al mismo tiempo racionalicen el trabajo en las explotaciones agrarias y los almacenes para la confección.
España es con diferencia el mayor productor de la Unión Europea, ya que en la campaña 2020/21 aportó el 65% (unas 1.100.470 toneladas) del volumen comunitario, según Eurostat. Le siguieron Italia, con 473.280 toneladas; Grecia, con 87.190 toneladas; Portugal, con 25.200 toneladas; y Francia, con 16.690 toneladas. El restante para completar las 1.708.610 toneladas anotadas por Eurostat procedió de Chipre (5.280 toneladas), Malta (270 toneladas) y Croacia (230 toneladas).
Estas y otras cualidades del limón de origen europeo son difundidas por AILIMPO en la campaña Welcome to the Lemon Age, la cual tiene el respaldo de la Unión Europea, con el fin de fomentar su consumo entre las nuevas generaciones de consumidores de Alemania, Francia y España; y que se valoren y aprecien más propiedades diferenciadoras como, por ejemplo, su calidad, frescura, sostenibilidad, trazabilidad y seguridad alimentaria frente al limón extracomunitario.
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