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MIGUEL ÁNGEL BLANCO: EL PRINCIPIO DEL FIN
¿Por qué el asesinato de Miguel Ángel Blanco se conoce como 'el principio del fin de ETA'?
Los más de seis millones de personas en las calles de España consiguieron que a partir de ese momento cada vez que ETA "hacía una barbaridad", hubiera una contestación dentro de la propia banda terrorista y de HB, lo que agudizó su división interna. La movilización rompió la "dictadura del terrorismo".
El asesinato de Miguel Ángel Blanco "fue el principio del fin de ETA porque la gente se atrevía a salir a la calle y a levantar la voz cuando antes todo el mundo estaba callado y no había movimiento de ninguna clase", argumenta Ana Crespo, concejala del PP en Ermua en 1997. Jaime Segalés, amigo y compañero del grupo de música de Miguel Ángel, añade que la respuesta fue la normal en cualquier otro tipo de sociedad. "Les gustó y nos gustó llamarles asesinos, y eso activó a la sociedad y esa movilización rompió la dictadura del terrorismo", recuerda el alcalde de Ermua, Carlos Totorika. Otras personas también opinan que fue la gota que rebasó la paciencia y la rabia contenida y la gente sí salió a la calle porque la calle era de los radicales.
"Les gustó y nos gustó llamarles asesinos, y eso activó a la sociedad y esa movilización rompió la dictadura del terrorismo"
Sin embargo, no todas las personas hacen el mismo diagnóstico. José Antonio Ardanza, lehendakari en 1997, explica que "para la sociedad española el tema de Miguel Ángel Blanco y todo lo que se publicitó pudo tal vez servir de elemento referencial", pero ellos ya llevaban muchos años manifestándose permanentemente.
"Le dimos una lección al mundo entero y a los de ETA, que no perdonan que una sociedad estuviese tan unida para conseguir derrotarlos. Aquello tiene que ser la referencia de lo que nosotros le tenemos que trasladar a las nuevas generaciones porque no se puede olvidar aquello", enfatiza Juan Ignacio Zoido, actual ministro del Interior. Miguel Ángel Mellado, autor de 'Hijos de todos', explica que probablemente en aquellos días se congregaron alrededor de seis millones de españoles "que dijeron basta ya, muera ETA, viva la libertad".
Sin embargo, estas históricas movilizaciones no supusieron el fin de la banda terrorista, y dos meses después volvieron a matar. Ardanza, no obstante, señala que "cada vez que ETA hacía una barbaridad ya dentro de la propia ETA y de la propia HB había una contestación" y entiende que después del asesinato de Miguel Ángel Blanco esa división interna todavía se agudiza más.
Un teniente coronel del Sevicio de Información de la Guardia Civil que participó en el operativo de búsqueda de Miguel Ángel Blanco entiende que si ETA hiciera ahora un balance de dónde se equivocó seguramente fuera en el asesinato del concejal porque su ejecución fue uno de los grandes fracasos.
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