Pedro Sánchez abre contactos con Pablo Iglesias y Albert Rivera en el nuevo mapa electoral

Los partidos nacionales reúnen este lunes a sus direcciones para analizar los resultados de las elecciones y el nuevo mapa autonómico y local surgido de las elecciones autonómicas y municipales de este domingo, que obligará a acuerdos en numerosas instituciones para poder formar gobierno.

El primero en tomar la iniciativa ha sido Pedro Sánchez, que va a llamar en los próximos días a los líderes de Podemos, Pablo Iglesias, y de Ciudadanos, Albert Rivera, para ofrecerles vías de entendimiento ante el nuevo escenario político surgido tras las elecciones municipales y autonómicas.

La decisión de Sánchez de "tomar la iniciativa" responde a su deseo de entablar puentes con los partidos que abogan por el cambio evidenciado en las urnas, de los que excluye al PP y al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, han informado fuentes de Ferraz.

El líder socialista también tiene intención de telefonear a los líderes de IU y de otras fuerzas a las que las urnas les ha concedido determinado peso en grandes municipios y comunidades autónomas, como Coalición Canaria y Compromís.

Tras quedar el PSOE como segunda fuerza en las elecciones municipales, con un 25 % de los votos, por detrás del PP, Sánchez se comprometió anoche a "asumir la responsabilidad" de "liderar" la formación de gobiernos de izquierda en ayuntamientos y regiones.

La conversación que el secretario general del PSOE va a mantener con Iglesias y Rivera supondrá el primer contacto con ambos, puesto que no han tenido ocasión de conocerse hasta ahora. Con las elecciones generales en el horizonte, el dirigente socialista cree que ha llegado el momento de sentar las bases del diálogo ante la necesidad de dotar de estabilidad a las instituciones y de evitar que se repita la situación de bloqueo en Andalucía, según las fuentes.

Sánchez entiende que Podemos y Ciudadanos "no están preparados" para liderar el cambio en España, pero sí les reconoce que tienen disposición a dar un giro para regenerar la democracia y apostar por otras políticas.

Durante la campaña, Sánchez ha centrado su discurso en arremeter contra el PP, mientras que a Podemos y a Ciudadanos les ha otorgado un papel secundario y las críticas han sido suaves, principalmente por su actitud en Andalucía, consciente de que sus apoyos van a ser necesarios para formar gobiernos.

Ferraz ha dado libertad a sus candidatos municipales y autonómicos para que fijen su política de alianzas, al considerar que en unos sitios será preciso el acuerdo con Ciudadanos y en otros, con Podemos, pero ve oportuno que Sánchez abra un espacio de diálogo con sus líderes nacionales para reforzar el proceso de cambio.

El PSOE ha sido el vencedor en Asturias y Extremadura, pero alianzas con las formaciones de Iglesias y Rivera podría darle el gobierno en la Comunidad Valenciana, Madrid, Castilla-La Mancha, Aragón, Baleares, Murcia y La Rioja. En el ámbito local, en cambio, en algunas de las principales ciudades, como Madrid, Barcelona o Zaragoza, plataformas ligadas a Podemos son las que tienen opción de gobernar si los socialistas le dan sustento.

La ronda de contactos que va a abrir Sánchez a partir de esta semana deja fuera al PP, que junto a Bildu, son las formaciones con las que el PSOE ha garantizado que no entablará ningún tipo de acuerdo. Con Rajoy, el secretario general del PSOE cree que no es posible el diálogo en lo que queda de legislatura por su política de recortes y su poca ambición para limpiar las instituciones de corrupción. Durante la campaña, el secretario general también ha cerrado la puerta a acuerdos con UPN y con Foro Asturias por considerar que se sitúan en la línea del PP en cuanto a la política económica que postulan.