Artur Mas, presidente de la Generalitat

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ELECCIONES EN CATALUÑA 2012

El plan de Mas fracasa en las urnas

El proyecto del líder de CiU, Artur Mas, y el elevado tono de su discurso le han hecho pagar un alto precio en las urnas. CiU ha logrado una amarga victoria y se queda lejos de la mayoría absoluta que había pedido al pueblo catalán.

Ha sido la la campaña más dura y "más sucia" que se recuerda en Cataluña. Un discurso de tono elevado y una apuesta firme por el proyecto independentista llevarían a Artur Mas al éxito o a la derrota. Finalmente, el resultado ha sido el del fracaso: CiU pierde 12 escaños.

En unos comicios definidos por el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como los más importantes de la historia de Cataluña, CiU ha revalidado su poder al frente de la Generalitat pero lo ha hecho con una amarga victoria que el propio Mas ha reconocido, asegurando que "CiU no tiene la suficiente fuerza para liderar un Gobierno", por eso pide corresponsabilidad al resto de partidos.

Las expectativas después del órdago soberanista de Mas eran muy altas y la mayoría absoluta era el aval que el líder nacionalista había solicitado al pueblo catalán para llevar a cabo la consulta sobre la independencia.

Pero el escenario ha cambiado en el Parlamento catalán, donde ERC renace de las cenizas al duplicar su resultado de 2010. Beneficiado por el clima soberanista, se consolida como una de las principales fuerzas políticas.

Mas apostó por su plan soberanista pero falló en sus pretensiones

¿Cuáles son ahora los planes de CiU? A pesar del fracaso, prevé reintroducir en el Parlament (con el apoyo de ERC, Solitaritat e ICV) la ley de consultas que quedó a medio trámite en la anterior legislatura por el adelanto electoral. Por eso, ha asegurado en numerosas ocasiones que la consulta se hará "sí o sí". Si el Gobierno la paraliza, Mas insiste en que acudirá a los tribunales internacionales.

Pero además del proyecto soberanista, la Generalitat debe hacer frente a los números rojos que inundan las cuentas catalanas. Con una caída de los ingresos, una economía en recesión, una tasa de paro del 22,5% y una deuda con crecientes costes financieros, el nuevo gobierno de CiU debería aprobar unos presupuestos sin el apoyo que el PP le prestó en los últimos dos años. No se descartan, por tanto, nuevos recortes.

Y, en otro frente, estaría la batalla legal. La filtración de un supuesto borrador policial que acusa a Mas y a Pujol de poseer cuentas en paraísos fiscales ha centrado el 'sprint final' de la campaña, y los líderes de CiU deberán defenderse de las acusaciones. Artur Mas ha asegurado que"dimitirá" si se demuestran los hechos.

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