Mariano Rajoy, presidente del Partido Popular

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LA SEDE DEL EJECUTIVO PASA DEL BLAUGRANA AL BLANCO

Un madridista en La Moncloa

Con el cambio de color político, La Moncloa cambia también de color 'futbolero'. Si Zapatero es un empedernido seguidor del Barça, Mariano Rajoy llevará de nuevo el color blanco a la sede del Ejecutivo.

¿Volveremos a oír eso de que el Madrid es el equipo del gobierno?.

Es muy posible. Mariano Rajoy es madridista. Y, en consecuencia, el mensaje futbolero que, a partir de ahora, salga de La Moncloa tendrá ecos antiguos de 'Chamartín'.

Los resultados electorales de ayer domingo ponen las cosas en su sitio. Desde sus orígenes, el Madrid y sus presidentes han sabido acoger y encajar al poder. La relación de fuerzas se alteró con la llegada de Zapatero, un barcelonista entusiasta que hacía gala de su amor y entrega a los colores y a la 'ideología' blaugrana.

Una apuesta demasiado fuerte a la que el 'staff' madridista respondía con la presencia habitual, de algún ministro y de José María Aznar sentado a la derecha de Florentino Pérez. Una butaca, que por razones de protocolo, tendrá que abandonar si Rajoy decide acudir a ver a su equipo.

El 20-N ha cambiado muchas cosas. El PSOE ha perdido el gobierno, Zapatero dejará la política. Falta por ver que el Barça pase a la oposición.

En cualquier caso, la relación de Moncloa con el fútbol es una relación muy variada y hasta cierto punto equilibrada: Felipe González dijo en alguna ocasión que era del Betis. En cuanto al primer presidente de la democracia española, Adolfo Suárez, nunca se pronunció públicamente sobre su equipo preferido. Claro, eran otros tiempos, tan distintos, que a su sucesor, Leopoldo Calvo Sotelo, el fútbol no le interesaba; lo suyo era la música clásica. Y lo que nos ha llegado sobre sus gustos y aficiones es que tocaba el piano.

Para el madridismo, a partir de ahora todo vuelve a tener sentido. Cuando el presidente del gobierno acuda al Bernabéu, estará en territorio amigo y el todo poderoso presidente del Real Madrid recibirá en su casa a un aficionado que además es presidente del gobierno.

Fué Ramón Mendoza el que, en cierta ocasión, dijo que era más importante ser presidente del Madrid que ministro. Teniendo en cuenta esta teoría, si el presidente del gobierno es madridista, entonces todo irá mucho mejor.

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