Zapatero y Rajoy hablaron de la necesidad de cumplir con el objetivo de déficit

El presidente electo, Mariano Rajoy y el presidente en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, abordaron durante su primer encuentro en el Palacio de la Moncloa la necesidad del ajuste presupuestario para el ejercicio de 2012, con el fin de cumplir el objetivo de déficit fijado por la UE para España en el 4,4 por ciento del PIB, según informaron fuentes del Ejecutivo.

Ambos iniciaron en un clima de cordialidad el traspaso de poderes durante un primer encuentro, de carácter reservado, en el Palacio de la Moncloa, que duró dos horas y tres cuartos, ya que el presidente electo llegó al Palacio presidencial unos minutos antes de las cinco de la tarde y lo abandonó a las ocho menos cuarto.

La conversación giró básicamente en torno a la situación económica de la zona euro y a la presión de los mercados en las emisiones de deuda española. Los dos políticos hicieron un repaso general de la situación económica del país, en especial del castigo que están sufriendo las emisiones de deuda española por parte de los mercados, debido a los elevados tipos de interés que debe pagar el Tesoro español.  

Ambos tratarán de consensuar una posición de cara al próximo Consejo Europeo de la UE, que será de marcado carácter financiero, y por ello han acordado volver a verse antes del 9 de diciembre, ya que la propuesta del presidente del Consejo aún no está cerrada y la canciller alemana, Angela Merkel, ha dejado claro su rechazo a la emisión de eurobonos.

No obstante y, aunque estos asuntos centraron buena parte de la reunión, Rajoy y Zapatero también abordaron la necesidad de ajustar el presupuesto del próximo año. Según los objetivos fijados por la UE, España no podrá tener este año un déficit superior al 6 por ciento del PIB -aunque algunos organismos ya están avanzando que podría superarse- y el próximo ejercicio deberá ser aún menor, el 4,4 por ciento.

Esto obligará a ajustar las cuentas públicas y es, además, una de las grandes preocupaciones de Mariano Rajoy, quien ha repetido por activa y por pasiva, que España cumplirá con los objetivos de déficit marcados por la Unión Europea para dejar claro que se trata de un país cumplidor y solvente.

No obstante, al no haber un Presupuesto para el próximo ejercicio, las cuentas del Reino quedan prorrogadas de forma automática para 2012 y esto afecta, entre otras cuestiones, al SMI, al salario de los funcionarios y a las pensiones.

Por ello, para poder garantizar los compromisos de España, el nuevo Ejecutivo debería aprobar una serie de ajustes del Presupuesto prorrogado antes del 31 de diciembre y para ello, debe contar con una serie de datos básicos, como los de ejecución presupuestaria, déficit y previsión de ingresos para el conjunto del ejercicio actual.