Los candidatos muestran su lado más humano y cercano a los ciudadanos

En los últimos días los hemos visto bailar, cantar, cocinar, y hasta jugar al baloncesto o al futbolín. Los aspirantes no dejarán los mítines, pero si la tendencia se cumple, parece que darlos encima de un banco, como Mariano Rajoy en Benavente, no será nada extraño.

Se espera una campaña distinta, no porque la mayoría de candidatos sean nuevos, sino porque para ganarse el voto ya no basta con aparentar. Tienen que ser cercanos. El penúltimo ejemplo, el del presidente del gobierno en una entrevista de sofá.

Rajoy hablando de intimidades familiares, de su mujer, de qué pasaría si alguno de sus dos hijos se afiliara al Partido Socialista, e incluso deslizando detalles desconocidos sobre el momento en que José María Aznar le nombra sucesor en el Partido Popular.

En la campaña no será extraño ver a políticos en ambientes relajados, políticos que no lo parecen para convencer más y mejor. Con traje y corbata, sí, pero de partida de dominó, con la tradicional foto con los niños, o cambiando de registro. En esto, El Hormiguero de Pablo Motos fue pionero.

A los cuatro candidatos de PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos les veremos soltarse aún más, tomando una cerveza en un bar con Pablo Iglesias, o paseando con Rajoy por Olmedo. Lo veremos este lunes en Espejo Público.