Curro Díaz

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S.S.REYES I UN GRAN TORO DE VICTORINO SALVA EL ANIVERSARIO

Victorino da una puntada y coge hilo

La corrida de Victorino no deja indiferentes. De todo lo de la casa hubo, y casi todo sirvió. Se echó de menos a Fandiño. Curro Díaz sacó torería a un buen lote. Aguilar, muy trabajador, malgastó el mejor toro de la tarde pero cumplió. Luque, muy capaz, sorteó el lote más flojo.

El ganadero de Galapagar ha vuelto a demostrar que, pese a encontrarse su ganadería en un bache muy serio, sabe lo que tiene en casa y, en una corrida para San Sebastián de los Reyes -tiene puestas sus esperanzas en Bilbao, lo primero- dejó ver que no todo está perdido.

Un victorino -de los seis el que menos lo pareció- salió de chiqueros para dar la razón al criador. Negro entrepelado, casi negro; altote, largo y desgarbado, sin hechuras -que diden- de embestir. Dio la razón al que llaman paleto de Galapagar, que sacó al ruedo un toro bravo, en toda la extensión. Morrillo descolgado, hocico al ras de la arena, fijeza y codicia. Motor, de sobra. Un primor para lo que se estila. En manos de Alberto Aguilar no pareció tanto, pese a su entrega, colocación y oficio.

El festejo comenzó con el reconocimiento de las peñas a la empresa, que recibió una placa conmemorativa de los 50 años de existencia de La Tercera, que espera a serlo en su sentido más amplio. Victorino también recibió su recuerdo, pues debutó ese mismo 27 de agosto de 1961 en este coso.

El primer 'albaserrada', precioso de lámina, cayó pronto en terreno abonado por Curro Díaz. El victorino, bravo y noble ya de salida, miraba de cuando en vez la taleguilla del matador. Díaz, sin embargo, acabó embaucándolo y firmó una notable faena, llevando siempre al toro en los vuelos y matando mejor que nunca.

Al segundo lo toreó sobre las piernas Alberto Aguilar, que sustituía al cogido Fandiño. Fiel a su estilo, seriedad y pundonor por encima de todo. Arrimón de repertorio, un punto forzado. Lo mató medio mal por impaciencia.

Daniel Luque sorteó un tercero de poco de pobre fondo y peor presencia. Menos bravo que sus antecesores nunca pasó, aunque progresivamente fue a más. Seguro y capaz, Luque, dio al toro, sin embargo, más cercanías de las que pide un victorino.

El más bonito de la corrida fue el cuarto. Con él se adornó Curro Díaz, que aprovechó el buen son del toro, y dejó muletazos de notable plasticidad. Casi todo lo puso el torero, aunque ese guapo 'albaserrada' se dejó hacer.

El único cárdeno claro fue el que cerraba plaza. Fuera de tipo por bajo y musculado. Pasado de romana para lo que es costumbre en esta ganadería, llevó siempre la cara a media altura y embisitó siempre también, al paso. Luque estuvo por encima de éste -como de anterior- en faena ya vista del joven matador.

Ficha del festejo
Toros de Victorino Martín, bien presentados y de juego variado. El mejor, el quinto, toro bravo e importante; manejables y a menos, primero y cuarto; el segundo, encastado y con genio; deslucidos, tercero y sexto.

Curro Díaz, ovación tras leve petición y ovación.
Alberto Aguilar, que sustituía a Iván Fandiño, aviso y ovación tras petición, y oreja.
Daniel Luque, silencio tras aviso y silencio.

Al finalizar el paseíllo el alcalde de San Sebastián de los Reyes, Manuel Ángel Fernández, le hizo entrega al ganadero Victorino Martín una placa conmemorativa, ya que sus toros fueron lidiados en el cartel inaugural de este coso taurino, que precisamente cumplía su cincuenta aniversario. Media entrada y calor soportable

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