Se pueden llegar a pagar hasta 76.000 euros por estos cerdos, tatuados con personajes de Disney y logotipos de Louis Vuitton. El artífice, Wim Delvoye, de 49 años, comenzó a tatuar a cerdos vivos en 1997 en Estados Unidos. Ahora realiza sus diseños en China, donde las leyes de bienestar animal son menos rígidas.

El artista se trasladó a China en 2004 e instaló una granja de cerdos, donde comenzó a realizar sus creaciones. Delvoye mantiene alrededor de 20 cerdos, que lucen tatuajes basados en sus diseños. Cuenta con un equipo de expertos chinos dedicados a la anestesia de los animales.

Aunque los animales son tatuados bajo anestesia y posteriormente, reciben ciudados para que su piel se mantenga hidratada; los activistas de los derechos de los animales han denunciado que los cerdos están recibiendo abusos con fines comerciales y sufriendo innecesariamente.

Hasta tres artistas se dedican a realizar este tipo de tatuajes. El portavoz de la asociación que defiende el trato ético a los animales ha expresado que "estos artistas no miden la crueldad con los animales, solo buscan llamar la antención. Los cerdos, vacas y pollos sienten dolor, tanto como lo hacemos nostros".