Azealia Banks y Crystal Fighters arrasan en la primera noche del Arenal Sound

Azealia Banks salto al escenario ataviada con un mínimo conjunto de top y falda en dorado brillante y con gafas de sol, Banks ha ofrecido una actuación llena de energía, brillante, fuerte y muy solvente. Pese a no haber publicado todavía su primer álbum, la cantante ha ofrecido una hora de sonidos a los que no están acostumbrados los "sounders" pero que han sido tan ampliamente bienvenidos como la sonrisa incombustible que ha lucido durante toda la actuación.

Para cuando ha sonado "212" la jovencísima ya tenía a todos en el bolsillo, en el suyo y en el de los espectaculares bailarines que la han acompañado y a quien se ha unido en varias de las coreografías.

Antes de ella han defendido su show Love of Lesbian, unos habituales ya de este festival y de otras tantas citas estivales, que han comenzado su actuación con un "viva lo absurdo y el humor, al menos en este bolo".

Santi Balmes y sus secuaces han ofrecido su particular espectáculo carnavalesco con máscaras, disfraces e interpelaciones continuas al público en el que el vocalista veía "vicio y hedonismo" constantemente.

Ha sido Love of Lesbian los que han soportado con deportividad el apagón de electricidad de 10 minutos que ha dejado en silencio y sin luz el escenario principal, y aunque los asistentes han aguantado comprensivos y pacientes el problema técnico, Balmes ha achacado el fallo a "los recortes en educación y cultura".

Antes de los barceloneses han estrenado el escenario La Pegatina, con su mestizaje aplaudido por la masa con ganas de juerga fácil, con quien Balmes ha interpretado un tema, y quienes han hecho lo propio con Love of Lesbian.

Otras actuaciones destacadas de la noche han llegado de la mano de French Films y de los mallorquines L.A. ambos en el escenario secundario Negrita, por el que también han pasado otras propuestas nacionales como Mishima y Elefantes.

Sin embargo, miles de asistentes han preferido dejar de lado los conciertos y quedarse en el paseo marítimo o las zonas de acampada hasta que arranquen las actuaciones de electrónica. Los londinenses de corazón vasco Crystal Fighters quienes se sienten ya más cómodos en España que en su tierra natal han sido clave para hacer de esta primera jornada un día redondo musicalmente.

Estos hippies saben lo que se hacen y el público ha obtenido de ellos todo lo que querían: un gran festín de pop, folk y electrónica perfectamente engrasado y preparado para el deleite.

Los más aficionados a los sonidos de baile tendrán su momento con Knife Party y Les Castizos. El recinto ha recibido hoy la visita del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, el presidente provincial del PP y de la Diputación de Castellón, Javier Moliner y otros miembros del Gobierno valenciano que se han integrado con los asistentes en la zona VIP.

Todos han comprobado cómo ha crecido este festival que en sólo cuatro años ha batido todos los récords congregando en 2013 a 280.000 personas, y situándose como el más multitudinario del año.

Pese a los problemas técnicos, que se llevan arrastrando desde el martes, la organización se ha mostrado muy satisfecha con el arranque del festival, que va ganando poco a poco cuota de público extranjero y que ha demostrado a los ojos de los más escépticos que su fórmula "low cost" está muy lejos de agotarse.