Pilar Eyre: "Fueron tres días de pasión con una entrega que nunca creí que fuera a dar"

Pilar Eyre, finalista del Premio Planeta por 'Mi color favorito es verte', se ha mostrado muy feliz de haberlo conseguido con una novela autobiográfica en la que cuenta "la historia más importante de mi vida".

Eyre explica que el nombre era una pintada que apareció en el pueblo donde transcurre la acción y que desapareció al día siguiente. La novela detalla cómo se enamoró una noche de agosto de 2013 de un hombre alto y apuesto que cenaba con su hija en el mismo restaurante que ella estaba con unos amigos.

"Fue un flechazo, nos miramos fijamente y hubo una atracción mutua, fueron tres días de pasión con una entrega que nunca creí que se fuera a dar", añade Eyre.

Con un brillo especial en los ojos mientras cuenta la historia, asegura que le da algo de vergüenza que "espero cientos de miles de personas", vayan a leer sus intimidades y cómo se enamoró de un francés corresponsal de guerra. "Una cosa es escribir delante de tu ordenador, y otra darlo a conocer y pensar que está en la calle y lo van a leer cientos de miles de personas", apunta.

Una historia de amor y misterio que acelera el corazón cuando Sébastien tiene que irse a Siria por motivos de trabajo y desaparece al poco tiempo. A partir de ahí, Eyre se convierte en una detective que trata de localizar al amor de su vida.

Asegura que es una historia que escribió muy rápido, pero corrigió lento, como le aconsejó Ana María Matute, pero es "una parte que está muy dentro de mí".

"Tres días de una entrega que nunca creí que se fuera a dar", subraya Eyre, quien asegura que ha sido una historia de amor que no tiene nada que envidiar a la de cualquier niña de 15 años.

Suspense e incógnitas en cada página de un libro del que ya han salido a la venta 90.000 ejemplares. Un libro, una historia real, que fue el propio hijo de su escritora quien le instó a escribir sobre ella. Solo tres días, pero como dice Eyre, "también lo fueron los Puentes de Madison".

Cuando le preguntamos sobre qué haría si Sébastien apareciera por la puerta, su mirada se pierde en el recuerdo. "Levitaría, el día se haría noche y la noche se haría día, no sé lo que haría, creo que lo primero me pondría a llorar".