Aplican antideslizante en la calzada para minimizar los riesgos en el recorrido de los encierros de San Fermín

Una brigadilla de cinco operarios ha sido la encargada de aplicar con métodos tradicionales la solución química de antideslizante que, desde hace 13 años, utiliza el Ayuntamiento de Pamplona para tratar de reducir los riesgos del encierro. Lo hace desde la calle Santo Domingo hasta la calle Mercaderes.

En total se han extendido 1.500 litros de antideslizante en una superficie aproximada de 1.700 metros cuadrados, es decir, aproximadamente un litro (0,8 l.) por metro cuadrado tratado.

El líquido antideslizante produce una reacción que libera en la parte silícea del pavimento los microporos que a lo largo del año se ven embozados por la suciedad o el pulido de las máquinas de limpieza.

Esos poros, una vez libres, son los que producen el llamado 'efecto ventosa' que permite el mejor agarre de las pezuñas del animal y que funciona especialmente bien en el caso de que el pavimento esté mojado. Eso contribuye a evitar la caída de las reses y la fragmentación de las toradas, incrementando la velocidad de la carrera para, en definitiva, minimizar su peligrosidad.

La prueba piloto del sistema de realizó en 2005 y el sistema se convirtió en estable a partir de los Sanfermines de 2006.