Sánchez Camacho denuncia la "pasividad" de los Mossos: "Sentí miedo"

El candidato número dos del PSOE a las europeas, Ramón Jáuregui, ha condenado "de manera total" el ataque en Barcelona contra el coche del ministro Cristóbal Montoro y la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, a quienes ha mandado un abrazo.

En una entrevista, Jáuregui ha hablado de una vulneración del derecho a la libertad de expresión y de movimiento, ha señalado que en su larga vida política ha sido objeto en muchas ocasiones de acciones similares, por lo que las comprende "muy bien", y ha dicho que espera que los Mossos hagan su trabajo para que este hecho no quede impune.

La presidenta del PP catalán ha anunciado que presentará denuncia en los juzgados por la agresión y pedirá responsabilidades por la "pasividad" de la que ha acusado a los Mossos d' Esquadra.

Ha explicado que sintió "miedo" y que ya al entrar al acto hubo incidentes con insultos y gritos, pero que pudieron acceder gracias a la acción de los Mossos. Después, ha relatado, vino más gente por lo que pidieron más efectivos a la Conselleria de Interior.

A la salida del acto, ha criticado que los Mossos no evitaron el bloqueo de una de las calles ni retiraron los maceteros que los manifestantes habían dispuesto para impedir el paso del vehículo, por lo que tanto ella como el ministro estuvieron "diez minutos o un cuarto de hora" en el coche con "la violencia incrementándose" con botellas, piedras y patadas al vehículo.

La líder del PP catalán ha trasladado al consejero catalán de Interior, Ramon Espadaler, la "ineficacia" del dispositivo por el que pedirá explicaciones, y ha asegurado que sus sensaciones en el altercado de Vilanova fueron similares a las que padeció en el asedio del Parlament, pero que en aquella ocasión estuvo lejos y no parada y en ésta la sensación de miedo "iba incrementándose por momentos".

Por otro lado, Jáuregui ha dado por cerrado la polémica sobre las declaraciones de Miguel Arias Cañete para "no echar más leña", pero ha insistido en que sus disculpas son "tardías" y ha advertido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de que lo ocurrido no será gratuito y que proponerle como comisario tiene riesgos para España.

Ha abogado por que la política europea esté ahora, aunque sea al final de la campaña, más presente en el debate, ha advertido de que la abstención y el euroescepticismo son dos "gravísimos problemas" para la UE y se ha mostrado convencido de que los dos grandes partidos seguirán siendo el eje central de la representación política española en Europa.