Joaquín Sabina enamoró al público en su primera visita a la Starlite Marbella

Ni el paso del tiempo, ni una pausa de seis años fuera de los escenarios, ni media vida sobre las tablas le pesaron a Joaquín Sabina anoche en su primer concierto en Starlite, en una de las actuaciones más esperadas de la historia de este festival. El poeta del rock ofreció un concierto único para presentar su nuevo álbum de estudio, Lo niego todo, y repasar algunas obras eternas de su repertorio.

“El de esta noche es mi primer concierto en Marbella, nunca habíamos tocado aquí. Es un gusto pisar el mismo escenario que hace días han compartido Pablo Milanés y Elton John”, confió un cariñoso Sabina tan pronto concluyó el primer tema del show, Lo niego niego todo.

Y siguió “torturando”, como él mismo bromeó con el público, con temas de su último trabajo como Quien más, quien menos, Postdata o Lágrimas de mármol, para luego entregarse a sus grandes éxitos como La Magdalena, Por el bulevar, Y sin embargo o Ruido.

Sabina mostró su lado más carismático en Starlite y deleitó al público con grandes temas interpretados a dúo como Antes que no, con Mara Barros; Pirata cojo, con Pancho Varona; A la orilla de la chimenea, con Antonio García de Diego y Seis de la mañana, con Jaime Azúa.

Y pasó Sabina de la mano de Chavela Por el bulevar; por un velero al abordaje con Peces de ciudad, o por el diccionario de sus pecados con Aves de Paso, para entregarse finalmente a su Princesa. Incluso le dedicó a la celebritie Carmen Lomana, que estaba en el auditorio de Starlite celebrando su cumpleaños, la canción Noches de boda.

Pero el cantautor todavía tenía reservado dos de sus platos fuertes, Contigo, una clara muestra de las influencias barrocas en Sabina y Pastillas para no soñar.

Hasta el auditorio de Starlite se desplazaron rostros conocidos como Carmen Lomana, Rosauro Varo, Nuria Fergó, Arantxa de Benito, Estefanía Luyck, Agustín Bravo, JJ Santos y los jugadores de fútbol argentinos Martín Demichelis y Fernando Cavenaghi.

No hay duda de que su voz desgarrada sonó y cautivó de manera extraordinaria en el incomparable marco natural de Starlite.