Una descastada de El Pilar echa abajo el mano a mano Juli-Manzanares en Bilbao

Tres formidables estocadas marca de la casa de José María Manzanares y la capacidad técnica y claridad mental de El Juli, lo más destacable de una tarde de expectación con dos potentes figuras que se vino abajo en seguida por el pobre juego de la corrida de Moisés Fraile, muy bien presentada por otra parte.

Corrida en cuesta abajo, en la que apenas se atisbó bondad y cierta clase en el primero de la tarde, aunque pronto cantó poquísima transmisión pese a la encomiable labor de El Juli, que quería rematar el triunfo cosechado la víspera con los toros de Domingo Hernández. Tercero y quinto fueron aún menos colaboradores, y eso que el torero madrileño buscó terrenos, distancias, alturas para tratar de sacar agua del pozo.

Manzanares se estrelló igualmente ante un lote sin chispa alguna, que fue y vino sin más trascendencia y ante el que sólo logró lucirse en su fenomenal cuadrilla el banderillero malagueño Juan José Trujillo, obligado a saludar en el que cerraba plaza.

Ficha del festejo
Seis toros de El Pilar, serios y con mucho volumen, aunque desiguales de remate. Corrida, en general, noble y manejable pero sobre todo falta de fuerzas y de raza, de juego muy deslucido.

El Juli: estocada desprendida (ovación tras leve petición); estocada atravesada y dos descabellos (silencio); y pinchazo y estocada tendida (silencio).

José María Manzanares: estocada tendida desprendida (palmas); estocada (silencio); y estocada caída (silencio).

El banderillero Juan José Trujillo saludó tras clavar dos soberbios pares al sexto de la tarde.

La plaza se cubrió en las tres cuartas partes de su aforo, en el cuarto festejo de abono de las Corridas Generales.