El matador de toros Miguel Angel Perera, con la muleta en su último toro

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CORRIDAS GENERALES DE BILBAO 2013 | 23 DE AGOSTO

Perera corta la única oreja de un mano a mano deslucido por el bajón de Fuente Ymbro

Miguel Angel Perera, templadísimo, se va de Bilbao como uno de los triunfadores. Su rival del mano a mano, el  ‘local’ Iván Fandiño, cuaja una importante faena al quinto que redondea un brillante paso por la astenagusia.

 

El esperado mano a mano entre Miguel Angel Perera e Iván Fandiño, por lo demostrado por ambos en sus primeras tardes de la Semana Grande bilbaína, quedó en gran parte ensombrecido por el regular juego de los toros de Ricardo Gallardo, que al parecer han acusado algún problema con un cambio de alimentación a mitad de temporada.

Ganó la pelea Perera, menos afortunado en los lotes, pero que en el quinto toro destapó el tarro de sus esencias, muy sencillo por otra parte: de fuera a adentro, de arriba abajo, cargando la suerte y templando los muletazos con la pañosa barriendo el ruedo.

Dicho así parece fácil, pero el torero extremeño tiene en la cabeza esa tauromaquia de verdad y en su última tarde en Vistalegre –lo había hecho también con la corrida de Alcurrucén- se sacó la espina. Cortó una una oreja que pudieron ser dos.

El otro gallo, Iván Fandiño, refrendó en ‘casa’ un momento dulce, de cabeza lista, valor y, por encima de todo, entrega total a una profesión que se le sale del traje. Ceñidos los muletazos, atacando siempre –quiera o no el toro-, en el sitio siempre. Pellizcos y estética a parte, en matador estuvo el de Orduña, que dejó ir otro apéndice a espadas frente a un sexto de Fuente Ymbro que se echó el matador vasco a la espalda.

Amén de dos toros medio inválidos y , otra tarde de Bilbao en la que los toreros estuvieron, de largo, por encima de toros y circunstancias. De nuevo pocos trofeos –en Bilbao la exigencia es enorme- y una tarde interesante. Espectáculo de calidad.

Ficha del festejo
Cinco toros de Fuente Ymbro, bien presentados aunque con desiguales hechuras y seriedad en las cabezas. Corrida de escaso juego, salvo el quinto, noble y con fondo. Y un sobrero, en quinto lugar, de Alcurrucén, destartalado y manso.

Miguel Ángel Perera: estocada desprendida (silencio); pinchazo y estocada desprendida (silencio); y estocada trasera y descabello (oreja).

Iván Fandiño: estocada y dos descabellos (ovación); estocada delantera desprendida (silencio); y estocada delantera contraria y dos descabellos (ovación).

Entre las cuadrillas, destacó Jarocho en la efectiva brega del manso, y Juan Sierra y Guillermo Barbero saludaron tras banderillear al primero.

El aforo de la plaza se cubrió en sus dos terceras partes, en el séptimo festejo de abono de las Corridas Generales.

 

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