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FERIA DE ABRIL 2016 | 3 DE ABRIL
Triunfo localista de Andrés Romero en una anodina tarde de rejoneo
Los muchos paisanos desplazados hasta Sevilla, que se hicieron notar con fuerza en los tendidos de la Maestranza, forzaron la concesión de las dos orejas que hacen pasar al onubense Andrés Romero como el triunfador del anodino festejo de rejones que abrió este domingo la serie continuada de festejos de la feria de Abril.
Agotada prácticamente la que se ha dado en llamar Edad de Oro del rejoneo, el toreo a caballo atraviesa por una etapa de transición, si no de declive, que este domingo se vio claramente reflejada en la Maestranza de Sevilla en un festejo de "seis para seis".
Con dos figuras distanciadas a muy alto nivel, el navarro Hermoso de Mendoza y el hispano-luso Diego Ventura, el resto de jinetes deambula por un escalafón en el que pocos acaban de ofrecer argumentos contundentes como para tomar el relevo de los consagrados.
Y así, los seis que hicieron el paseíllo en la Maestranza, más allá de sus aciertos o errores ante una más que manejable corrida de Benítez Cubero, ofrecieron más alardes ecuestres que buenos momentos de toreo a caballo, que de esos hubo pocos y salpicados sólo en las faenas de Leonardo Hernández, Manuel Manzanares y Rui Fernandes.
Precisamente el astado del portugués, que abrió plaza, fue el único que sacó complicaciones, siempre reservón, hasta que en el último momento, justo al sentir el rejón de muerte, arreó con fuerza hasta conseguir herir al tordo de Fernandes.
Andy Cartagena le cortó después una oreja al segundo de la tarde, un toro noble y a menos por su escasez de fuerzas, pero con el que el rejoneador alicantino logró calentar al tendido, más con efectismos que a la hora de clavar banderillas.
Leonardo Hernández se encontró en tercer turno con un ejemplar de Benítez Cubero que galopó con clase, lo que aprovechó el madrileño para atacarle con frontalidad y limpieza, sólo que no fue efectivo con el acero definitivo y el astado tardó en doblar.
La actuación del navarro Roberto Armendáriz, que se presentaba en la Maestranza, estuvo marcada por los desaciertos, ya fuera por su despegada manera de lidiar o por las muchas veces que sus caballos resultaron alcanzados por los cortados pitones del enemigo.
Manuel Manzanares brilló lidiando al quinto con 'Príncipe', un descendiente del famoso 'Cagancho' de Hermoso de Mendoza, con el que llevó muy templadas las embestidas de un lado a otro del ruedo, aunque luego tuviera desigualdades banderilleando en una labor que fue a menos.
Y así de anodina transcurría la tarde hasta que, por fin, los muchos onubenses desplazados a Sevilla, entre ellos hasta un colegio de niños, tuvieron la ocasión de jalear a su paisano Andrés Romero, que para responder a las expectativas ya se fue a recibir a ese sexto toro a la puerta de chiqueros mientras le cantaban un fandango desde la grada.
Tuvo clase ese bello toro berrendo en castaño, sólo que el par de rejones de castigo que le clavó Romero fueron demasiada exigencia para un animal que, tras un más que estimable tercio de banderillas, acabó echándose agotado hasta tres veces sobre el albero.
Pero ni un final tan deslucido desanimó a la 'hinchada' del onubense, que pidió y consiguió para él esas dos orejas que, vista sólo estadísticamente, pueden llevar a confusión sobre el verdadero contenido de la faena y del propio festejo.
Ficha del festejo:
Seis toros de los hierros de Benítez Cubero y Pallarés, despuntados para rejones. Desiguales de volúmenes y hechuras, aunque en tipo de su encaste y de correcta presencia. En conjunto, dieron buen juego para el toreo a caballo, destacando la calidad del tercero.
Rui Fernandes: medio rejón de muerte (ovación).
Andy Cartagena: rejonazo trasero contrario (oreja con petición de la segunda).
Leonardo Hernández: rejonazo contrario bajo y dos descabellos (ovación).
Roberto Armendáriz: rejonazo arriba (silencio tras leve petición).
Manuel Manzanares: pinchazo y rejonazo trasero contrario (ovación tras petición).
Andrés Romero: rejonazo arriba (dos orejas).
Segundo festejo de abono de la feria de Abril de Sevilla. Algo menos de media entrada en tarde nublada y fresca.
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