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LA CORRIDA DE VICTORINO CON TALAVANTE EN SOLITARIO, ESTRELLA DEL CICLO
Las ganaderías para la Feria de San Isidro 2013: un oasis de variedad de encastes
En San Isidro 2013 destaca la presencia de ganaderías que el año pasado demostraron su buen momento: Valdefresno, Puerto de San Lorenzo, Alcurrucén, Cuadri, Jandilla, Victoriano del Río y Baltasar Ibán son apuestas de calidad. Ocho ases de la baraja, junto a Victorino. Se echan en falta a Torrestrella, Cebada Gago, El Pilar o Núñez del Cuvillo.
A la hora de valorar las ganaderías que vendrán a las ferias de San Isidro y del Arte y Cultura se pueden criticar muchas cosas, pero lo cierto es que la primera plaza del mundo es uno de los últimos reductos donde pueden lucirse las ganaderías representativas de las castas marginadas.
Otra cosa es que los aficionados al toro pidan mayor apertura a otras castas o una apuesta por hierros históricos ( Partido de Resina, Moreno Silva, Carriquiri, Villamarta…), pero en el panorama actual es de agradecer la apuesta de Taurodelta por las sangres Lisardo (Bayones, Puerto San Lorenzo, Valdefresno), Núñez (Alcurrucén, Pereda…) o Albaserrada (Adolfo, Victorino, Escolar).
El punto fuerte del serial es la vuelta de Victorino Martín a la gran feria taurina, tras la reaparición en Las Ventas el año pasado en la feria del Arte y Cultura. Y no es un retorno cualquiera: seis victorinos seis para Talavante. Madrid ha sabido aunar la tarde de mayor repercusión con la ganadería que ha marcado el paso a las demás en los últimos cuarenta años. El toro y la afición necesitan un aldabonazo de casta y bravura de los toros de la A coronada. De esa tarde depende en gran parte el resultado de la feria.
Y como tercer punto positivo junto a la variedad de castas y la vuelta de Victorino hay que citar la presencia de ganaderías que el año pasado demostraron su buen momento; Valdefresno, Puerto de San Lorenzo, Alcurrucén, Cuadri, Jandilla, Victoriano del Río y Baltasar Ibán son apuestas de calidad. Ocho ases de la baraja, junto a Victorino, que deben garantizar una buena cantidad de toros bravos.
Pero como la empresa y el pliego de la Comunidad insisten en mantener un mes largo de corridas, el punto débil de los carteles es precisamente ese: que no hay tantos toros bravos ni hay tantos toros de Madrid para tanta tarde. Inevitablemente, veintisiete días de corridas y novilladas, al margen los rejones, conllevan ganaderías de relleno con escaso bagaje para poder esperar sorpresas agradables.
El nivel medio de la cabaña brava actual es muy bajo en cuanto a casta y fondo, por lo que pronosticamos una mayoría de tardes con toros decepcionantes. Al igual que la economía de la afición recomendaría una rebaja de festejos, la situación del campo bravo también es incapaz de cubrir treinta días de toros. Además, los veedores venteños han de ir necesariamente a la búsqueda del toro que en Madrid de los mínimos para ser lidiados en cuanto a trapío. Y eso significa comprar medianías solo por el hecho de dar ese mínimo.
Por último siempre hay que reseñar ausencias. Ganaderías como Torrestrella, Cebada Gago, Fuente Ymbro, La Quinta, El Pilar o Núñez del Cuvillo enriquecerían la feria. Y es que nunca llueve a gusto de todos.
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