Una terna valiente contra viento y 'miuras'

Más de dos horas y media de tedio y decepción en los tendidos. Y frío, mucho frío en Valencia. Rafaelillo dio la cara en sus dos actuaciones, especialmente en el cuarto. Siempre sobre las piernas, sin poder bajar la mano, ni los brazos.

Fernando Robleño protagonizó los mejores momentos de la tarde. Del segundo, sobrero de Valdefresno, sacó petróleo el madrileño, firme y capaz. Lástima que la mansedumbre declarada en el primer tercio, volviera a hacerse presente. Hábil estocada al hilo de las tablas y merecida ovación. La faena al quinto fue, simplemente, un imposible.

Javier Castaño lució a sus dos toros en varas y banderillas, cosa muy de agradecer en tan desapacible -en todos los sentidos- tarde en el coso valenciano. Víctor Sandoval, a caballo, y Adalid, en banderillas, ofrecieron su mejor versión en una cuadrilla de lujo. El torero salmantino, había encontrado el camino, pero el viento sopló con fuerza en el último tercio e impidió cualquier oportunidad de lucimiento. Al sexto, le atacó por todas partes sin ningún éxito.