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Si alguien se merecía ganar el GP de Hungría, ése era Lewis Hamilton. Y, aunque a veces no vence quien lo merece, en este caso sí pasó y el británico de McLaren consigue una victoria balsámica por delante de los Lotus de Raikkonen y de Grosjean en una carrera más complicada de lo previsto y en la que Alonso ha terminado en quinta plaza minimizando todo daño posible en el Mundial al quedar tres puestos por delante de Webber.
Complicada carrera. Muy complicada. La dificultad de adelantar en la pista de Hungaroring ha hecho que las grandes batallas no fueran sobre la trazada sino en los 'pits stop, aunque Pastor Maldonado ha usado el 'juego físico' para pasar a Di Resta y se ha llevado otra sanción, su enésima sanción esta temporada, en forma de 'drive through' por tocar al piloto de Force India. Y en el combate lejano Ferrari suple con creces sus carencias.
Porque ha sido una continua pelea en la distancia la que ha tenido Fernando Alonso y en los primeros compases el asturiano ha salido perdedor en casi todas ellas, primero con Raikkonen y luego con Mark Webber. Pero la paciencia y el temple son virtudes que todo campeón del mundo debe tener en este tipo de situaciones y mientras los demás pecaban por prisas Fernando esperaba su momento.
Webber y Button cayeron en la estrategia
Un momento en el que se dio validez a la frase del español. Esa frase en la que dijo que el Mundial no se ganaba aún pero que había algunos que lo estaban perdiendo. Y es que eso se puede aplicar perfectamente a Red Bull y a Mark Webber, con una estrategia que denotaba imprevisión obligada a ser de tres paradas tras la imposibilidad de rodar durante 30 vueltas con el neumático blando, como su escudería pretendía.
Esa misma frase se puede aplicar a McLaren y a Jenson Button cuando aplicaron su plan maestro en Hungría que por radio denominaron 'plan B'. El 'plan B' no sólo hizo que Button perdiera toda opción de lucha con Vettel, sino que además, y debido al frenazo de ritmo que le provocó Senna, saliera por detrás de un Alonso que ni en sus mejores sueños habría imaginado que a final de carrera tendría esa situación, con Webber detrás y en quinta posición.
Y podía haber sido mejor todavía, porque Vettel tuvo ciertos problemas con sus neumáticos que forzaron a Red Bull a hacerle parar por tercera vez. Un segundo más, sólo con un segundo más, Fernando Alonso habría salido por delante del alemán y a saber si habría podido terminar cuarto sabiendo las dificultades para realizar adelantamientos en pista.
Dominio con la sombra de Lotus
Y si Fernando no habría imaginado ese resultado viendo cómo iba la carrera, tampoco lo debió hacer un Raikkonen que al final pelearía por la victoria con Hamilton. Primero, porque en la salida Alonso le superó. Segundo, porque su KERS no daba síntomas de funcionar. Y tercero, por el brutal ritmo que Lewis impuso en todas las sesiones de Libres, en clasificación, y al comienzo de la carrera.
Y es que Lewis fue mucho Lewis en Hungaroring. El McLaren iba como la seda en manos del británico y y los primeros giros eran un constante tono morado en favor de Hamilton, demostrando así la superioridad de su monoplaza. Pero aún así no tuvo fácil la victoria, porque los Lotus estbana ahí y si al final fue Kimi el que pudo hacerse con el triunfo al principio era Grosjean el que ponía en duda su dominio en Hungaroring.
Pero ni uno ni otro pudieron ante el poderío de Hamilton. Las dificultades de adelantar en pista lastraron a Grosjean, al que se le nota todavía su juventud como se vio tras el segundo pit stop de Kimi en el que, directamente, Raikkonen se le comió. Y lo mismo pasó con el finlandés, al que también le pasó factura el llegar demasiado tarde a las posiciones cercanas a Lewis.
Schumacher, campeón con problemas
Mientras dos de los campeones del mundo luchaban en las últimas vueltas por subir a lo más alto del cajón en el GP de Hungría, otro campeón, el más grande de todos, sufría de nuevo desde el comienzo hasta el final de carrera. O de su final de carrera mejor dicho, porque Michael Schumacher tuvo que abandonar de nuevo en un día que no recordará con demasiado cariño.
Porque el Kaiser ya comenzó mal... de hecho casi ni comenzó. Un problema del Mercedes hizo abortar la salida y que Michael tuviera que dar sus primeros pasos por el circuito desde el pit lane, que visitaría otras dos veces más al comienzo de la carrera. Una por placer y por cambio en su estrategia, y la otra por ir a demasiada velocidad en el carril de boxes y recibir un 'drive through' de sanción.
Pero antes de abandonar tuvo tiempo de ver cómo le doblaban los pilotos de cabeza y para protagonizar una pelea con el Marussia de Charles Pic por su posición. El galo llegó a tener a tiro al Kaiser, que finalmente, y a falta de pocas vueltas, decidió retirarse. Otro mal día de Michael, y ya van...
El HRT avanza en manos de De la Rosa
Por la parte de abajo de la clasificación, hay una buena noticia y dos malas para el equipo HRT. Y es que mientras Pedro de la Rosa logró terminar la carrera de Hungría, una carrera complicada para la escudería española por el desgaste de los frenos, Narain Karthikeyan abandonó al término de la prueba, además de no conseguir quedar por delante de los Marussia.
Buenas noticias para Fernando tras Hungaroring, una prueba muy complicada y en la que su ventaja en el Mundial podía verse reducida con sus más directos rivales. Y, a pesar de que Hamilton y Vettel están más cerca, lo cierto es que Webber, segundo en la clasificación, está más lejos de Alonso. Ahora toca descansar y mejorar el coche lo suficiente para mantener la renta o ampliarla en el tramo final de competición.
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