Alonso termina segundo en la victoria de Ricciardo en el GP de Hungría

Qué mejor manera de afrontar las vacaciones de verano que con el recuerdo del maravilloso espectáculo que ha habido en Hungría. Que los 22 pilotos de F1 han dejado sobre Hungaroring, sobre una pista en la que sucedió de todo y todo podía suceder. Quién iba a pensar que Ricciardo terminaría ganando la carrera... quién iba a pensar que Fernando Alonso terminaría subiéndose en la segunda plaza de un podio completado por Lewis Hamilton.

Grande, grandísima carrera la que han hecho los tres héroes de Hungaroring. Los tres pilotos que se sobrepusieron a todo, que mejor entendieron una pista incomprensible en las primeras vueltas. Vueltas caóticas, vueltas con asfalto seco y mojado, con acción, con intensidad, con toques y golpes. E incluso con dos 'safety car'. Pasó de todo, pasó justo lo que menos quería que pasara Nico Rosberg. Porque desde la pole, y con el parón estival tan cercano, qué mejor que una carrera tranquila.

Por suerte no fue así. Por suerte se impuso el espectáculo y lo que todos menos él querían para poder dar la sorpresa e introducirse aunque fuese por una vez en el todopoderoso imperio Mercedes. Ya debió intuir que no iba a ser un día bonito cuando el cielo pintaba en negro, y menos bonito fue cuando tras el primer 'safety car' perdió toda opción al triunfo y casi al podio. Un podio en el que sí llegó su mayor rival, Hamilton, a pesar de salir desde el pit lane y de que en la primera vuelta casi se choca con un muro.

Magia de Alonso en Hungaroring
Un lugar en el que también estuvo Fernando Alonso, uno de los grandes nombres de Hungría. Uno de los más felices a buen seguro tras ver la bandera a cuadros, tras hacer que con su magia fuera posible mantener a raya a los dos Mercedes con unos neumáticos con más de 30 vueltas. Con una goma blanda que todavía muchos nos preguntamos cómo llegó hasta el final y cómo evitó que dos monoplazas más rápidos que el Ferrari acabaran por delante de él. Por quitarle algo que mereció.

Medalla de plata en su cuello, de reluciente plata tras una enorme carrera en la que dejó momentos como los que acostumbra dejar en cada metro de pista. En las que dejó una salida inmensa, unas buenas pasadas cuando más interrogantes había en el asfalto. Todo para dejar a su coche, al F14 T que tan inestable se ha comportado en todo el fin de semana, en el podio. Para poner a Ferrari de nuevo entre las tres mejores escuderías de 2014.

Segunda victoria para Ricciardo
Justo tras Red Bull. Y de Red Bull es el otro héroe de Budapest. Su nombre Daniel Ricciardo. Su mérito, superar en el 80 % de los Grandes Premios a Sebastian Vettel. A todo un tetracampeón del mundo que sigue sin encontrar la clave de un RB10 que cerca estuvo de destrozar. Pero para destrozo el que le debe estar causando el australiano, porque este australiano sí gana. Y a su primer entorchado en Canadá suma su segundo. Suma una nueva victoria para exhibir la más amplia de las sonrisas en Hungría.

El oceánico entendió a la perfección Hungaroring. Entendió que esto iba a ser una carrera de fondo y de detalles. Que daba igual que te pasasen dos monoplazas al comienzo si llegaba el momento de entrar justo a tiempo a cambiar neumáticos mientras el resto pensaba qué hacer. Lo hizo, lo hizo estupendamente. Donde Rosberg cayó, él triunfó. Él vio el momento para ganar en la estrategia y para, cuando hubo que hacerlo, pasar cual misil a Hamilton y a Alonso gracias a sus neumáticos. El resultado final de sus 70 vueltas acabó con victoria.

En Bélgica comienza el desenlace
Mucho tendrá que pasar en las carreras que restan de Mundial para que haya alguna que se acerque a las emociones vividas y sentidas al ver todo lo que sucedió en Hungaroring. Habrá tiempo para pensar en eso, porque ahora ya sí es tiempo de pensar en la playa, de pensar en el sol, de descansar y de recuperar fuerzas para un campeonato que sigue al rojo vivo. Hamilton contra Rosberg, la segunda parte de la batalla. Bélgica dará entrada al desenlace final.