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RICCIARDO, DESCALIFICADO EN MELBOURNE
El caudalímetro, quebradero de cabeza para Red Bull
Dani Ricciardo fue descalificado por la FIA por superar el la limitación del flujo de combustible. Ha sido una semana complicada para Red Bull, que ha tenido que adaptarse a las exigencias de la FIA para la carrera en Sepang.
El GP de Australia, el primer podio de Daniel Ricciardo en su carrera. Era el mejor puesto que nunca un australiano había conseguido en casa. Mucho champagne, muchas felicitaciones pero al bajar del cajón llegaba la notificación de la FIA.
Red Bull era llamado por los comisarios. La alarma del consumo se había disparado. Este año hay dos limitaciones, la primera, los coches no pueden consumir más de 100 kilos en toda la carrera desde que se apagan los semáforos y hasta que cruzan la línea de metra. La segunda limitación es que durante la carrera el flujo de consumo del coche es que no puede exceder los 100 kilos por horas. Esta es la limitación que se saltó Red Bull con el coche de Daniel Ricciardo.
En el apartado del reglamento, los máximos responsables de la FIA ya habían advertido que si se excedía en el consumo, el piloto sería descalificado. Se recalcaba esta norma el jueves antes de comenzar el GP de Australia. No habría tolerancia. Y así se hizo durante todo el fin de semana, incluso Red Bull, cuando se quejó del caudalímetro, se le permitió sustituirlo y se le cambiaron los parámetros de medición.
El dueño de Red Bull amenazó con marcharse de la F1 si la FIA no rectifica su decisión
El domingo, en plena carrera, el equipo recibió varias advertencias porque Ricciardo estaba consumiendo en exceso. Pero por la radio se mandaban otros mensajes. "El fuel está OK", decían. La entrada de flujo de combustible era mayor de lo permitido.
Después de cuatro horas de investigación, la FIA descalificaba el coche de Ricciardo. Las caras cambiaron y el equipo comunicó que apelarían la decisión. Y el piloto, el más perjudicado, se marchaba de Melbourne sin su sonrisa habitual. "No estaba contento, pero las cosas son así", decía.
El lunes 14 de abril, en la semana del GP de China, la corte tendrá que tomar una decisión definitiva. Las presiones y las amenazas ya han empezado a fluir esta semana. Horner aseguraba que demostraran que su coche no gasta más gasolina. Más tajante ha sido el dueño de Red Bull, que ha dicho que se marchara de la Fórmula 1 si no rectifican.
Ferrari también ha intervenido. Un día después de la carrera mostró una foto del caudalímetro. "Llámalo como quieras pero evitemos el caso del flujo de combustible", escribían en twitter.
En Malasia Ricciardo se lo toma con filosofía. "El equipo cree que no tuvimos ninguna ventaja", defiende. Los responsables técnicos de la FIA explicaban, otra vez, el funcionamiento. La exposición fue muy precisa y el margen de error del aparato es mínimo (0,25%). Después de todo esto, Red Bull, muy reticente, ha confirmado que montara los caudalímetros de la FIA.
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