La tragedia de Ricciardo en Malasia le cuesta 10 puestos en Baréin

Acabado el Gran Premio de Malasia, la escudería Red Bull ya piensa en cómo encajar en el Gran Premio de Baréin el duro golpe recibido. La FIA ha tomado la decisión de sancionar al piloto australiano Daniel Ricciardo con diez posiciones de cara al puesto que logre en la clasificación en Baréin por unsafe release, un percance más al trágico historial que está viviendo en su nueva escudería.

Daniel Ricciardo llegaba con una sonrisa de oreja a oreja a Melbourne. Debutaba en un Gran Premio en Fórmula 1 con la escudería Red Bull, como compañero de Sebastian Vettel, el tetracampeón del mundo, y en su casa, ante su público. Los ingredientes perfectos, que fueron culminados en carrera por una segunda posición que la FIA, más tarde, le arrebató al descalificarle por superar el flujo de combustible. Desde entonces, la eterna sonrisa del piloto australiano se ha ido difuminando.

No está siendo el arranque que esperaba Daniel Ricciardo en la Fórmula 1. A los problemas en el Gran Premio de Australia se les ha unido las inclemencias y los inconvenientes que ha tenido que padecer durante la carrera en el circuito de Sepang. Afincado en la cuarta posición, Ricciardo optaba a sumar sus primeros puntos en la Fórmula 1. Pero una vez más la mala suerte y un nuevo error de la escudería Red Bull le han descartado en el Gran Premio de Malasia.

Ricciardo pasó por boxes en la vuelta 41. Se puso en manos de sus mecánicos y al salir, se quedó parado en boxes. No apretaron bien las tuercas de uno de los neumáticos y se quedó clavado al final del pit lane. Reaccionaron rápido sus mecánicos, que lo volvieron a pasar por el garaje para arreglar el desperfecto. Salió nuevamente a pista y se comunicó en seguida por radio con su equipo. "Tengo descolgado el alerón frontal", decía el australiano.

Ricciardo hereda la mala suerte que Mark Webber tuvo con Red Bull la temporada pasada

Los comisarios en pista obligaron a Ricciardo a hacer un "stop and go" de 10 segundos después de que Red Bull le dejara salir de los pits de manera insegura. Una sanción que restó sus posibilidades. Y sin oportunidades, abandonó en la vuelta 52, a falta de cuatro más para la clausura de la carrera.

Procedente de Toro Rosso, el australiano ha recogido, con todas sus consecuencias, el asiento en Red Bull de su compatriota Mark Webber. Ser compañero de Sebastian Vettel conlleva, también, heredar la mala suerte que Webber encontró en la temporada pasada. No fueron ni una ni dos las veces que el veterano piloto australiano tuvo que aguantar un infierno en la escudería de la bebida energética. Los problemas fueron constantes en 2013 y para el recuerdo quedara cuando una de las ruedas de su monoplaza salió disparada, lesionando a un cámara de TV.