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LEWIS, COMO UN AVIÓN
Un espectacular Carlos Sainz termina octavo en la pole de Hamilton en Australia
Bestial debut de Carlos Sainz en la F1, con clasificación a Q3 y con octava posición final en la parrilla de salida en Australia. Tan espectacular fue su actuación como la de un Lewis Hamilton que voló en Melbourne y que consiguió la pole con un tiempo de 1:26.327. McLaren-Honda, horribles todo el fin de semana, copan las dos últimas plazas.
Hay quien dice en Albert Park que vio a Lewis Hamilton volar por la pista en clasificación. Hay quien lo dice, pero es complicado saberlo porque tan rápido iba el británico sobre el asfalto oceánico que a buen seguro a alguno le costó verle. Cómo corre el Mercedes, como voló el bicampeón y qué tiempazo de marcó. Ya nadie se acuerda de los V8, una carrera con el V6 en 2015 ha bastado para que ya no moleste ni el ruido: un 1:26.327 se marcó Lewis... casi nada.
Y eso que notaba vibraciones. Y eso que se tiró la hora entera de la clasificación diciendo que ese coche estaba raro. Menos mal que estaba raro y que había vibraciones, porque le habría bastado la Q2 para superar la pole de 2013. Sin embargo, no le bastó con eso. No le bastó con saberse en la primera posición con su primer giro de Q3. Lewis, como campeón que es, quería más. Tanto quería que se superó a sí mismo. Tanto quería que él fue su único rival.
Porque de Rosberg no hubo noticias para la pole. Ni en Q1, ni en Q2 y tampoco en una Q3 en la que para luchar frente a Hamilton se dio una escapada por la hierba de Melbourne en su primer intento para sólo tener una opción ante el mejor Lewis posible. Eso sí, fue suficiente para lograr la segunda plaza y para completar una primera línea de plata... pero ojo porque aprietan por detrás.
En especial Ferrari, que tiene a un Vettel con un hambre terrible y que perdió en los últimos instantes la tercera plaza ante Massa. Y ojo con Raikkonen, pues a una vuelta y siendo como es Seb de poderoso en clasificación estuvo en la misma décima que el alemán. Esta vez sí, promete lo que la 'Scuderia' ofrece. Y promete y mucho la gran sensación de este inicio de Mundial, que no es otro que nuestro Carlos Sainz.
Deslumbrante Carlos Sainz
La palabra que más sirve para definir la actuación del joven piloto en lo que llevamos de fin de semana es 'imperial'. Estuvo sublime, rozando la perfección. Sin un nervio y sin la más mínima sensación en su rostro de ser debutante en la F1. Parecía que llevaba toda la vida. Parecía incluso que sabía lo que era pilotar en Australia cuando era su primera vez en Melbourne. Todos los factores le hacen ser, desde ya, el mejor debutante español en una clasificación de Fórmula 1. El 'junior' de la familia ha dejado de ser un niño para ser todo un hombre.
Cada vuelta que daba era una alegría para él, para su equipo y para la afición española. En Q1, espectacular. En Q2, más espectacular. Y en Q3 rizó el rizo logrando el octavo mejor tiempo en su último giro con un 1:28.510 que le hizo superar a los dos Lotus y quedar muy cerca de Daniel Ricciardo. Max Verstappen no estuvo en la lucha de los diez mejores, ni tampoco Kvyat. Los dos vieron cómo el 'último en llegar' les superó en todos los aspectos.
McLaren-Honda, adiós en Q1
Como era previsible, McLaren-Honda se ha pegado un buen batacazo en la clasificación de Australia. Algo no olía bien en pretemporada y algo seguía sin oler bien en los Libres de Melbourne. Rodando poco, y rodando lento. Tan lento que Jenson Button y Kevin Magnussen, ante la ausencia de Manor, cerrarán la parrilla en la primera carrera de la temporada.
Lo positivo para ellos es que la cosa no puede hacer otra cosa que mejorar, pero o mejoran pronto o Fernando Alonso tiene ante sí una temporada complicada y dura. Habrá que verles ahora en tanda larga, que es otra de las incógnitas de esta 'nueva' pareja de la F1. De momento son últimos, y el objetivo de batir a Mercedes es tan lejano que por más carreras que haya en 2015 va a ser misión casi imposible.
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