McLaren-Honda logra su primera Q3 desde su nueva unión

Abu Dabi 2014. Esa fue la última Q3 para McLaren. Esa fue la última ocasión en la que vimos a un monoplaza de Woking dar unas vueltas con los diez más rápidos de una clasificación. Esa fue, aún cuando llevaban un motor Mercedes, la última 'alegría' para una escudería acostumbrada a luchar por las poles no hace mucho tiempo. Y es que la prometedora unión con Honda por parte de los británicos, tras todas las penurias vividas, empieza a ver la luz. Todo gracias a Fernando Alonso y al retorno del mítico equipo a estar entre los mejores en una jornada de sábado. De nuevo Q3 en McLaren.

Año y medio ha sido. Mucho, muchísimo tiempo ha pasado para un equipo del nombre y de la historia de McLaren, y también para una marca del nombre y de la historia de Honda. Año y medio de problemas, de desilusiones y de luchas en vano para buscar algo que poco a poco se acerca. Para lograr algo que con trabajo y con las mejoras que van incorporando va dejando de ser una utopía. Volver a pelear de tú a tú con los más grandes está ya un peldaño más cerca.

Ha tenido que ser Fernando Alonso, con Jenson Button quedándose muy cerca de él. Y ha tenido que ser en España, la casa del bicampeón, el intento que ha dejado de ser un intento para convertirse en una realidad. Para sacar del pozo a McLaren-Honda tras los duros tiempos vividos en el que la escasa potencia del motor y diversos problemas de fiabilidad parecían ser el cuento de nunca acabar.

En Mónaco 2014 estuvo cerca. Estuvo bastante cerca, pero tampoco pudo ser. Al igual que en otros grandes premios en los que a veces fallaba la unidad de potencia o a veces era cuestión de mala suerte como banderas amarillas o incluso rojas cuando uno de los dos pilotos mejoraba su vuelta.

Con todo, nada que pudiera disimular la realidad de McLaren-Honda. La realidad de un equipo que 'nació' el año pasado con el objetivo de reeditar su dominio de finales de los 80 y de comienzos de los 90 pero que pocas alegrías dio en 2015. Falta ritmo, pero al menos el monoplaza ya sabe andar. Ahora toca aprender a correr... y luego volver a esprintar.