La imagen (y el tiempo) no engañan. En 2005, cuando fue elegido el hasta ahora Papa, el común de los mortales usaba el móvil para hablar y poco más. Ocho años después habrá de nuevo fumata blanca en el Vaticano pero esta vez el mensaje será instantáneo. Gracias a la aplicación oficial del Papa en el móvil conoceremos al momento cuándo se ocupa el trono de Pedro.
La tecnología y la fe avanzan con el tiempo. Pero para amenizar la espera hasta conocer el nuevo nombre, Internet también ayuda a los católicos. Existe una página web en la que tenemos la opción de apadrinar directamente a un cardenal. Se asigna uno de forma automática y, siempre a través de la pantalla, podemos ayudarle a convertirse en Papa dedicándole misas, Ave Marías o hasta días de ayuno.
Oraciones digitales que los más terrenales pueden cambiar por apuestas. Si tiene una corazonada, o más bien una relevación, puede también pujar por su favorito, y hasta puede ganar dinero acertando cuántas votaciones harán falta. Una pista: en el ranking oficial los candidatos españoles cotizan a la baja.
El creyente conectado puede cumplir con la tradición. Desde hace tiempo hay App’s disponibles para su descarga con las que podemos confesar nuestros pecados; por un euro nos envían noticias católicas, y si desea repasar las meditaciones de Santo Tomás, hay que pagar tres euros por la aplicación. El mensaje apostólico de toda la vida pero con formas algo más renovadas.