El hecho de que la mayoría de ellos reserve para el próximo año antes de abandonar la isla, es la mejor definición del éxito de la Gay Pride que cada año se celebra en el sur de Gran Canaria. Si en la pasada edición pasaron por aquí unas 100 mil personas, para este año las cifras serán similares.O lo que es lo mismo, no hay crisis en el turismo gay.Lo que hace de ellos un tipo de turista con alto poder adquisitivo. Sólo en esta semana se mueven unos 30 millones de euros. De ahí que se le cuide. Sólo en Playa del Inglés existen casi una veintena de establecimientos exclusivos para ellos, además de los denominados gay friendly, complejos donde son bien recibidos y donde encuentran intimidad. La fiesta, por supuesto, es el mayor reclamo.No es de extrañar que Maspalomas se haya convertido en referente para el turismo gay europeo de invierno.