Pese a las señales que advertían del peligro, varios bañistas sufrieron las picaduras de estos organismos venenosos, y aunque por suerte no se trataba de una especie peligrosa, como la calavera portuguesa, el servicio médico de la playa tuvo que intervenir.
Los turistas son los que más suelen sufrir las picaduras de las medusas, ya que no conocen la señalización que advierte del peligro. A pesar de ello, sólo una veintena de personas, de los 3000 que disfrutaban de la playa, tuvieron que recibir los servicios de los socorristas.En caso de sufrir una picadura por este invertebrado debemos mantener la calma y acudir al puesto de vigilancia para que nos apliquen una crema que nos aliviará el dolor.