Un billete pasa por muchas manos. Y algunos no solamente lo usan para comprar.
En los laboratorios de la Universidad de Las Palmas han tomado una muestra de 120 billetes para analizar cuántos contienen droga.
Pero es no significa que todos los billetes hayan sido utilizados para ingerir droga. Sino que una gran parte han sido contaminados.
Pero tanto en los cajeros, como en los propios billetes o en nuestras carteras, las cantidades son mínimas. Por eso hacen falta máquinas de alta precisión para detectar esas sustancias. Unas técnicas de laboratorio que podrían ayudar a la policía a conocer qué tipo de drogas se están consumiendo en un entorno, a través de los billetes.