Ya van doce años, la casa de Galicia ha vuelto a abrir sus puertas para que personas sin recursos puedan pasar una tarde navideña,AmbienteMúsica de gaitas y villancicos acompañan a los tradicionales turrones, una fiesta en la que tampoco ha faltado el chocolate calienteEs una fiesta en la que se aprovecha para conocer la realidad de las personas que acuden y ayudarles en la medida de lo posiblePor aquí han pasado más de 200 personas a lo largo del día, ojalá las mesas estuvieran vacías pero tristemente cada año el centro gallego recibe a más personas en busca de algo de ayuda para salir de la situación por la que están pasando.