Ahora, siete años después, la Justicia da la razón a los padres y condena a Sanidad a indemnizarlos. La Consejería que no quiere hacer declaraciones al respecto, tampoco ha decidido si recurrirá o no el fallo judicial.
Un error en el diagnóstico acabó con la vida de dos hermanos gemelos. Así de contundente es una sentencia que condena a la Consejería de Sanidad a indemnizar a los padres. Aún no habían cumplido dos meses cuando Aroa y Pablo murieron con un intervalo de sólo cuatro días.Son los síntomas típicos de una simple tosferina. Una infección que se cura con unos antibióticos. Pero ni el pediatra privado ni los médicos del Materno dieron con el origen del mal.Sanidad puede recurrir la sentencia pero aún no ha decidido si lo hará.