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EXIGEN QUE UNO DE SUS PADRES TENGA CONTRATO

No le dejan jugar al fútbol porque sus padres no tienen papeles

Ibrahima tiene 11 años y vive en Fuerteventura desde hace 12 años que llegó de Guinea

Uno de sus padres debe tener un contrato de trabajo

Ibrahima es un niño de Fuerteventura que no puede jugar al fútbol federado con su equipo porque perdió junto a sus padres y a su hermana la residencia legal en España, aunque nació en la isla.

Una sentencia le reconoció el derecho a residir legalmente en España, pero según la familia, les exigen que uno de sus padres tenga un contrato de trabajo de un año y más de 1300 euros de sueldo.

La pasión de Ibrahima, de 11 años, es el fútbol. Juega con sus amigos, entrena con el equipo, pero a la hora de jugar un partido oficial o viajar todo se complica.

Y es que Ibrahima está en situación irregular como su hermana y sus padres, que vinieron de Guinea Conakry hace 12 años. Tuvieron residencia legal, pero en 2011 perdieron el trabajo y con él la residencia. Lo que se conoce como irregularidad sobrevenida. Desde entonces han luchado incluso en los tribunales. Una sentencia reconoció en 2014 que Ibrahima tenía derecho a regularizar su situación. Pero en extranjería le exigen que uno de sus padres esté también legal.

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