Hacinados, sin alimento suficiente y en un estado sanitario lamentable. En esas condiciones denuncian Ana y Constanza vivían más de 400 canes en una protectora de animales. Las instalaciones carecían de vallado suficiente y de separación entre perros peligrosos y cachorros o animales de mayor edad lo que provocó se registraran ataques e incluso la muerte de decenas animales.
Estos ataques se reprimían con violencia patadas, golpes y codazos a los perros para evitar que siguieran mordiéndose. Un maltrato animal que estaría producido por responsables de la protectora, según consta en la denuncia de las trabajadoras.
A todo ello, aseguran hay que sumar las pésimas condiciones higiénico sanitarias de la perrera donde se han registrado contagios de sarna o Filaria. El haber doblado la capacidad de las instalaciones ha provocado también que los perros hayan estado días sin ser alimentados. Irregularidades que han llevado al desmantelamiento de Arico Live y el traslado de estos más de 400 perros.