Relojes y joyas de las primeras marcas, televisores de plasma, videoconsolas... y así hasta 250 mil euros entre objetos y dinero robados. Viendo el botín no es de extrañar que Marcos y su novia vivieran en una zona de lujo y que se movieran en cuatro coches diferentes, motos de gran cilindrada y hasta un quad, todos robados. Su detención fue posible gracias a que Marcos intentó vender un Rolex que tenía un código de localización.
Se procedió a su detención en su propia casa, una vivienda de lujo, como las que solían localizar para sus actos. Llegaron incluso a robar a sus propios vecinos. Marcos ha terminado en prisión sin fianza, acusado de una veintena de robos. Su novia ha quedado en libertad, con cargos por robo y blanqueo de dinero. La investigación sigue abierta y no se descartan más detenciones.