Es la fiesta del almendro en flor, pero no se ven laderas tapizadas de blanco. Este año la floración se ha adelantado y sólo quedan algunos almendros cuajados de pétalos. Más llenas estaban las calles de la localidad cumbrera de Gran Canaria con muchos puestos de artesanía y también de alimentos en los que la almendra sigue jugando un papel importante. El pueblo lleva 42 años celebrando esta fiesta y, a pesar de la crisis intenta seguir fiel a la tradición sin que falte de nada. Los que no faltan y cada vez vienen más, son los visitantes, muchos de ellos extranjeros. Sobre todo alemanes, ansiosos por tomar contacto con la gastronomía local.Y toda esta fiesta en torno a la almendra tiene una banda sonora. La de la música tradicional canaria.