Lorena Martín tiene 24 años y ahora puede decir que ha superado el acoso escolar que sufrió durante más de 5 años. Nunca contó lo que pasaba ni a sus padres ni a sus profesores porque le daba vergüenza pedir ayuda. Sus acosadoras la hicieron sentir culpable por ser diferente, la hacían sentir “rara”.
“Mi experiencia comenzó cuando tenía sobre los 11 años y duro hasta que me gradué en el instituto”. Asegura que nunca llegaron a pegarle pero sí la insultaban y la vejaban. Recuerda un día, en un intercambio de clases, que se acercaron varias chicas de su curso y la empujaron para pasar, sin motivo alguno.
Me hacían sentir como si fuera rara, por no tener a lo mejor los mismos gustos que ellas. Por ser más tranquila. Nunca me ha gustado salir de fiesta, nunca me ha gustado las cosas que se suponen que me tenían que gustar a esa edad. Simplemente era diferente, vestía diferente, usaba mucho negro… era… rara. Entonces eso era motivo de que a ellas no les parecía normal supongo y fue una excusa perfecta para meterse conmigo.
Recuerdo sobre todo humillaciones, bromas pesadas en las que bueno te hacían sentir que cualquier cosa que dijeras era una tontería. El simple hecho de que hablaras por ejemplo era algo… motivo de diversión porque siempre he sido una persona bastante tímida. Y en aquel momento en la situación en la que estaba pues más introvertida me volví, entonces el simple hecho de que hiciera algún comentario de que me defendía.
Lorena asegura que haber pasado por un episodio así la ha convertido en una persona más introvertida.
Tras varios años y ya en la universidad, se animó a pedir ayuda. Ahora preside una asociación para ayudar a otros niños y jóvenes que también sufren acoso “Formamos también a los profesores y a los padres porque ellos tienen una parte importante a la hora de prevenir. Incluso de actuar de forma más rápida.”
Desde su experiencia cree que falta información para conocer el problema tanto en las aulas como en las familias.
Transcripción completa:
Mi experiencia comenzó cuando tenía sobre los 11 años y duro hasta
que me gradue en el instituto. Yo no conocía lo que era el acoso escolar
por lo tanto no sospeche en ningún momento que eso era lo que me estaba
pasando. No llego nunca a ser físico. Mi caso se quedo siendo maltrato
verbal y psicológico, pero duro bastante tiempo.
Empezó siendo un
grupo de chicas. La verdad, si me preguntas por el motivo no recuerdo
lo que llevo a esa situación. Lo que si se, es que siguieron con ello
durante un par de años este mismo grupo y luego se fue uniendo el resto
de la clase, incluso el resto del curso por lo tanto estamos hablando ya
de que no era en ese caso acoso directo, pero si que reforzaban.
Recuerdo
sobre todo humillaciones, bromas pesadas en las que bueno te hacían
sentir que cualquier cosa que dijeras era una tontería. El simple hecho
de que hablaras por ejemplo era algo… motivo de diversión porque siempre
he sido una persona bastante tímida. Y en aquel momento en la situación
en la que estaba pues más introvertida me volví, entonces el simple
hecho de que hiciera algún comentario de que me defendía, eso era ya
algo que a mi, entre comillas, no se me estaba permitido.
Bueno,
recuerdo, por ejemplo, más bien en un cambio de clase. Lógicamente
buscaban un momento en el que no hubiera ningún profesor cerca ni nadie
que pudiera ver lo que estaba ocurriendo. Si recuerdo en un cambio de
clase saliendo de un examen, ir yo con los libros, es verdad que en ese
momento iba sola, y cruzarme con ese grupo. Eran 2 3 chicas si no
recuerdo mal y sin venir a cuento, empujarme. Simplemente para bueno…
hacerse paso, darse paso ellas. No se cual era el objetivo. Eso fue una
de las cosas que más recuerdo, porque me impacto porque yo pensé porque
esto ahora, porque a mi cuando yo realmente con estas chicas no tengo
nada que ver.
Sobre todo, me hacían sentir como si fuera rara,
por no tener a lo mejor los mismos gustos que ellas. Por ser más
tranquila. Nunca me ha gustado salir de fiesta, nunca me ha gustado las
cosas que se suponen que me tenían que gustar a esa edad. Simplemente
era diferente, vestía diferente, usaba mucho negro… era… rara. Entonces
eso era motivo de que a ellas no les parecía normal supongo y fue una
excusa perfecta para meterse conmigo.
No, no se lo conté, porque
no sabía lo que estaba ocurriendo, es más, como me hacían sentir rara me
daba vergüenza pedir ayuda a los profesores y que me dijeran es que
eres así, como no quieres que se metan contigo. Recuerdo que ese era uno
de los pensamientos que mas tenía.
Tampoco, por exactamente la
misma razón, me daba vergüenza y creía que eso era algo que yo tenia que
pasar, que era lo que me tocaba por ser como era y que no… bueno, que
ya lo solucionaría yo en algún momento. No quería preocuparlos, no creía
que fuera tan grave ni que fuera a necesitar ayuda.
Me sentía culpable y sentía mucha vergüenza de ser como era y creía que me lo merecía.
Difícil,
difícil por que recuerdo que la sensación constante era de a ver que me
va a pasar mañana. De… evitar por ejemplo hacer cosas que me gustaba o
de hablar de mis gustos personales cuando me preguntaban, evitar dar
información sobre mi para que no se sumara eso a ser otro motivo por el
que me juzgaran. Era un poco… hacerte invisible y sobrevivir.
Afecto
en prácticamente todo, soy una persona introvertida de por sí, pero esa
situación me hizo todavía tener menos confianza en mi misma, menos
autoestima todavía, entonces, era muy complicado para mi hacer amigos
nuevos, si hubiera cambios… recuerdo por ejemplo cuando empecé la
universidad, me costaba ir a la universidad, me costaba mucho ir a clase
por miedo a que me volviera a pasar lo mismo, entonces eso a afectó en
prácticamente todos los ámbitos de mi vida.
Me di cuenta sin
querer por que fue cuando empecé la universidad. Yo sentí alivio cuando
me gradué en el instituto, dije bueno pues ya me libro de esto, ya todo
va ser diferente pero es cierto que se quedan esas pequeñas secuelas y
al llegar a la universidad, vi que no podía relacionarme con el resto de
compañeros que me costaba muchísimo ir a clase y decidí pedir ayuda a
un profesional. Mi idea era… bueno, tengo un problema de adaptación a
este cambio que es la universidad. No pensé en ningún momento que fueran
secuelas de lo que había vivido. Cuando empecé en terapia fue mi
psicóloga, la que me dijo tu lo que sufriste fue acoso escolar.
Me
costó mucho la verdad. Me costó entender que eso era lo que me había
pasado a mí. Si es cierto que yo había escuchado el término, pero como
muy lejano, como algo que no podía suceder así de manera tan común pero
es verdad que a medida que te vas dando cuenta, te paras a pensar y
analizar lo que has vivido, se ve de manera fácil.
La creación de
acanae, fue en 2014 y el objetivo fue un poco eso, ya que tenía la
experiencia quería utilizarla para algo bueno porque creo que hay que
sacar el lado positivo de esto ya que lo he vivido. Pensé en los
recursos que me faltaron a mí para solucionar el problema de manera mas
temprana. Es por eso por lo que hemos fundado esta asociación y
trabajamos en la labor de prevención. Vamos por los colegios, hablamos
con los alumnos, les contamos que es el acoso que es el ciberacoso.
Formamos también a los profesores y a los padres porque ellos tienen una
parte importante a la hora de prevenir. Incluso de actuar de forma más
rápida. Y servir de apoyo, estar ahí disponibles para ellos y si
necesitan algo pues poder ayudarlos.
Creo que
principalmente lo que faltaba antes era información, es decir, conocer
el problema porque esto no es nuevo. El acoso escolar ha existido
siempre la diferencia es que lo tenemos demasiado normalizado, entonces
era algo que bueno… muchos decían que era parte del crecimiento, que
teníamos que pasar por esto. Para empezar, no es así. Tenemos que
aprender a diferenciar lo que es un conflicto normal de lo que es una
situación de acoso. Creo que la información es de vital importancia para
poder primero detectar este tipo de caso. Y aparte de eso, orientar a
las familias, orientar a las propias víctimas sobre cuáles son los pasos
a seguir. Quitarles ese sentimiento de vergüenza y de culpa que yo
sentí, y que muchas personas que lo están sufriendo, lo sienten…y sobre
todo, que pidan ayudan, que sepan que tienen disponible muchos métodos
de ayuda que probablemente se desconocen a día de hoy.
Vamos
avanzando, la verdad es que noto que vamos avanzando. Siempre lo
comparo con la primera charla que di desde la asociación, en la que yo
pregunté que era al acoso escolar y ninguno de los presentes sabia
decirme. Entonces eso a día de hoy, ya no me ocurre. A día de hoy, los
propios niños, los padres, tienen una definición mas o menos exacta,
pero se sabe lo que es. Por lo tanto, es un paso, parece que no pero es
un detalle importante el ya saber que
es el acoso escolar. Por lo
tanto, buscan recursos mucho más rápido, nos buscan por internet,
contactan con el gobierno de canarias, es decir, hay muchos más pasos
para intentar solucionar ese problema lo antes posible de los que había
antes que muchas veces pues directamente se dejaba pasar.
Sobre
todo, que merece que lo ayuden, no merece lo que le esta pasando, No
merece que lo traten mal, nadie de hecho debe aguantar ese tipo de
maltrato y que no tenga miedo de pedir ayuda. Siempre va a haber alguien
que este dispuesto a ayudarlo, si no es por una vía es por otra así
que, que busque su persona de confianza y pida ayuda.