A los que más apasiona es a los niños, que no dudan incluso en ir a un campamento terrorífico para celebrar esta fiesta disfrutado de lo lindo.
No hay mejor manera de comenzar Halloween que con una historia de terror alrededor de la chimenea… y una vez en ambiente ya podemos empezar a hacer arañas, murciélagos o cualquier cosa que dé miedo. Y si a ello añadimos un campamento en medio de un bosque la diversión está asegurada. El campamento Quimpi, situado en el bosque de la Esperanza se convierte por un día en un lugar terrorífico donde hay que andar con mucho cuidado. Un campamento-aventura del que, desde luego, los niños salen a prueba de sustos.