Rubén, Silvia, Iriome y Raquel son actores, pero hoy además son un poquito profesores también. Su público se acerca por primera vez al teatro clásico y ellos tienen como misión enseñarles a ser espectadores.Y desde luego que lo hacen, barrios como Lomo Apolinario, Jinámar o La Isleta se convierten en auténticos corrales de comedia donde se mezcla el drama y la risa.Pero el proyecto no queda ahí.Y tras la lección, que comience el espectáculo.