Las posibilidades de que un infartado salga adelante aumenta del 10 al 40 %
Y hoy hemos asistido a una clase, una lección que puede salvar vidas. Nos han enseñado cómo llevar a cabo un masaje cardiopulmonar antes de que llegue una ambulancia. Si lo hacemos, las posibilidades de que la persona que sufre una parada cardiaca salga adelante suben del diez al cuarenta por ciento. Las personas que tienen familiares de riesgo deberían prepararse para saber cómo actuar.
Juan Carlos sufrió un infarto hace unos años. Lejos de perder la calma, su familia, actuó rápidamente.
Es lo primero que se aprende en este curso de reanimación cardiopulmonar: si alguien está inconsciente, o no respira, llamaremos a los servicios de emergencias. Mientras llegan, tendremos que practicar un masaje como éste.
En casa o en la calle, donde hay que perder el miedo a hacerle daño a la persona afectada.
Una de cada diez personas que sufre una parada sale adelante. La cifra suba a cuatro si practicamos este masaje.