El manantial de Fuente Santa, un acuífero curativo

Es el oro de la hidrología. Así califican los expertos estas aguas sobre todo por que contiene sílice, un componente antienvejecimiento. Un recurso que puede convertir La Palma es un gran destino termal.

Destinado principalmente a mayores de 50 años con patologías vasculares, cardiovascurales y reumatológicas.

Por el momento se ha construido una entrada de piedra con una claraboya y los sistemas de extracción del CO2, para que pueda visitarse.

Los primeros pobladores de la isla llamaron a este acuífero costero Tragagito. Los conquistadores españoles le pusieron su actual nombre. En 1677 este manantial quedó sepultado por las coladas de la erupción del volcán de San Antonio, incrementando aún más las propiedades de sus aguas.