Los servicios de limpieza libran desde ayer una batalla titánica contra los elementos en la playa de las canteras. Se emplean a fondo en retirar las miles de aguavivas que, con el cambio de viento, están llegando a la playa. Limpian y, al poco tiempo, el mar vuelve a dispersar por la arena nuevos grupos de medusas. Ayer recogieron 1300 kilos. A mediodía de hoy ya llevaban otras 4 toneladas. Y la cantidad promete aumentar mientras las condiciones no cambien. Los usuarios de la playa toman precauciones. Aunque no todos. Algunos le quitan importancia a la plaga.Pero lo cierto es que durante la semana santa fueron 13 mil kilos de aguavivas los que alejaron a los bañistas del agua. Tras unos días de respiro, la naturaleza vuelve a imponer su ley.