La exposición durante horas a las pantallas en los últimos años dispara la prevalencia del síndrome del ojo seco en la población. Una patología que si no es tratada a tiempo puede derivar con el tiempo en graves problemas oculares como la pérdida drástica de visión.
Forman parte de nuestra vida cotidiana, ordenadores y dispositivos móviles. Pasamos horas trabajando frente a ellos o consultándolos y lo reconocemos.
Un hábito que puede desarrollar el síndrome del ojo seco.
Beber agua ayuda a prevenir esta patología
Prevenirlo con gestos como descansar cada 20 minutos trabajando con el ordenador o beber agua pueden ayudarnos a prevenir. Pero es fundamental también someterse a revisiones.
Un diagnóstico precoz y someterse a un tratamiento adecuado puede evitarnos graves complicaciones.
Porque debemos convivir con ellos pero evitar que nos impiden ver más allá de una pantalla.