Este fue el aviso que jamás recibieron los pilotos del vuelo JK 5022. El TOWS es un sensor que alerta cuando el avión no está configurado para el despegue. Las víctimas denuncian que no funcionó porque los técnicos quitaron un relé para solucionar otra avería. En cambio el informe elaborado por la Comisión de Investigación de Accidentes de Aviación Civil centra la atención en el error humano. Ahora el colegio de pilotos acaba de publicar un contra informe en el que refuta buena parte de las conclusiones oficiales.
Un mes antes del accidente, al avión se le prorrogó automáticamente el permiso para seguir volando cuando tenía que haber sido sometido una revisión técnica completa, según el colegio de pilotos. También denuncia que con anterioridad el mismo modelo de avión sufrió el mismo problema en Lanzarote y milagrosamente pudo remontar el vuelo. Sin embargo no se elaboró un informe que presumiblemente hubiese evitado el siniestro del JK 5022.
El contra informe de los pilotos destapa 60 supuestos puntos negros de la investigación oficial. A la espera del juicio, están imputados dos técnicos de mantenimiento de Spanair. Ni mandos intermedios, ni directivos de la compañía, ni personal del aeropuerto.
