No miden más de 1´80 de largo, el trasero del piloto está a escasos centímetros del suelo, y van sin carrocería de protección, pequeños pero rapidísimos, los karting van por este circuito a más de 100 kilómetros por hora. Aquí huele a neumáticos quemados y a gasolina. Es el mundialito de karting canario.Y los que quedan son 33 pilotos canarios que, rascándose el bolsillo organizan estos eventos. Carreras que son pura adrenalina.El año que viene esperan contar con subvenciones y la presencia de pilotos internacionales, aunque eso sí que gane un canario.