Son las primeras imágenes de los focos de la erupción del volcán submarino, localizadas y cartografiadas por un equipo de científicos del Instituto Español de Oceanografía, a bordo del buque “Ramón Margalef”. Este barco, que hasta hace escasas semanas estaba aún en fase de pruebas, tuvo que acelerar su puesta a punto para esta misión que supone su estreno.
Mientras en tierra estas eran las primeras pruebas visibles de que se estaba produciendo una erupción submarina: una gran mancha, peces muertos, material piroclástico y emisión de gases. Esto se formaba en el fondo. Es el edificio volcánico de nueva creación, con un diámetro en la base de 700 metros, una altura de 100 metros y un cráter de unos 120 metros de anchura situado a 300 metros de profundidad.
Los científicos destacan que es el primero que se consigue documentar en estas condiciones en todo el mundo y que permitirá interpretar el origen volcánico en las islas.
